En Colombia se estima que el 20% de las parejas experimentan problemas de infertilidad, por lo que algunas de ellas deciden iniciar un tratamiento de reproducción asistida luego de varios intentos de concepción, en general después de un año de relaciones sexuales sin protección.
Según el Dr. José Pablo Saffon*, médico y sexólogo clínico de Novafem, cuando estas parejas llegan a una consulta se puede identificar que algunas de ellas ya vienen con problemas de base en su vida sexual, lo cual impide la concepción. El estrés, la ansiedad y la pérdida de la excitación suelen ser los factores más comunes para que las relaciones sexuales se vean afectadas.
No obstante, gracias al avance científico y al acompañamiento continuo de especialistas en la materia, la ilusión de ser padres no queda en el olvido, pues hoy en día existen múltiples alternativas para acercarse a lograr un embarazo exitoso. Las opciones van desde las estrategias físicas y psicológicas para obtener relaciones sexuales más saludables, hasta la realización de tratamientos de reproducción asistida.
- Lea también: ¿Por qué le gustan más las personas que le rechazan?
- Además: ¿Por qué es importante hacerse la citología?
- Le puede interesar: ¿Qué es la erotofobia y cómo tratarla?
PlanM habló con el Doctor José Pablo Saffon, quien compartió información sobre la vida sexual, la fertilidad y la reproducción asistida.
La reproducción asistida y la vida sexual en pareja: ¿qué hacer para buscar un embarazo?
Cuando los ginecólogos evidencian que las parejas no logran quedar en embarazo tras un año de mantener relaciones sexuales sin protección, se recomienda visitar a un especialista. Dependiendo del caso, los médicos puede recomendar tratamientos de reproducción asistida, usualmente cuando se comprueba mediante una serie de diagnósticos que existen trastornos de infertilidad, como por ejemplo ausencia de espermatozoides, baja calidad seminal o trastornos de ovulación.
Los tratamientos de reproducción asistida se dividen en dos grandes componentes: la primera se considera de baja complejidad pues la mujer se somete a un procedimiento de estimulación ovárica controlada con fármacos hormonales para estimular el crecimiento de los folículos (sacos que contienen los óvulos) y que los ovocitos permanezcan dentro de estos durante el proceso.
La segunda es considerada de alta complejidad ya que comprende diversos procedimientos médicos destinados a favorecer el embarazo en caso de que existan problemas de fertilidad masculinos, femeninos o ambos.
La importancia de la estimulación ovárica y el control médico
Antes de realizar la estimulación ovárica, usualmente los expertos evalúan la reserva ovárica (el número de óvulos disponibles en el cuerpo) de la paciente en el momento. Este tratamiento se realiza para obtener una mayor probabilidad de lograr un embarazo exitoso, al tener varios folículos ováricos ya madurados a la vez.
El seguimiento médico es de vital importancia pues no hay productos naturales para determinar la reserva ovárica ni para realizar este procedimiento.
¿Cuánto tiempo dura la estimulación ovárica?
La estimulación ovárica debe iniciar al segundo o tercer día de la menstruación y dura entre 10 y 14 días. En este caso específico, el doctor Saffon asegura que el médico debe realizar un acompañamiento por medio de ecografías y análisis de sangre para determinar cómo va evolucionando el proceso de ovulación de la mujer y cuál es el momento óptimo para tener relaciones sexuales y buscar un embarazo.
Algunas recomendaciones para una pareja que desea tener hijos:
- No convierta la vida sexual en algo mecánico, deje que fluya y disfrute al máximo.
- Si lleva un año o más tratando de quedar en embarazo y no lo ha logrado, busque a un especialista y recuerde que existen varias opciones que según el caso pueden facilitar la concepción.
- Si hay algo que le está impidiendo disfrutar su vida sexual, como el dolor u otras condiciones, consulte a un especialista.
- Preste atención a la obesidad o la pérdida de peso excesiva, los dos extremos pueden afectar el deseo sexual y la capacidad de respuesta en la fertilidad.