
La anorgasmia es la inhibición recurrente del orgasmo o de sensaciones placenteras, aunque es más frecuente en las mujeres, lo cierto es que los hombres también pueden padecerla.
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Pese a que el problema no afecta el conseguir un grado de excitación adecuado, sí evita disfrutar del acto sexual en todo su esplendor, pues el orgasmo nunca llega y esto se debe a varios factores entre los que se encuentran enfermedades como la diabetes, pues cuando el problema avanza, las arterias se endurecen y como consecuencia las terminales nerviosas se atrofian dejando que las sensaciones corporales no sean las mismas.
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Otros factores que contribuyen a la anorgasmia son los problemas psicológicos y los medicamentos que se haya usado para contrarrestarlos. Como menciona el portal 'Cosas de sexualidad', un alto nivel de estrés, tensión, depresión, angustia, todo tipo de problemas personales, familiares o laborales contribuyen al deterioro de las relaciones sexuales y por supuesto, obstaculizan el camino hacia el orgasmo.
Como menciona el mismo medio, la anorgasmia no es igual a la impotencia, pues esta última se refiere a una disfunción eréctil o incapacidad frecuente de lograr o mantener una erección tan firme como se necesite para culminar una relación sexual satisfactoria, mientras que la anorgasmia es solo la incapacidad para llegar al orgasmo, a pesar de estar lo suficientemente excitado.
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Lo más recomendable para hacer en estos casos es acudir a la asesoría de un sexólogo capacitado, que logre descubrir las verdaderas causas por las que este trastorno se presenta. También como menciona el medio es conveniente visitar el médico para descifrar si las causas se deben a factores físicos o ir al psicólogo si el problema ya es una cosa mental.
En caso de que la persona esté en una relación, seguramente necesitará de la ayuda y apoyo de su pareja para superar el problema poco a poco. Si por el contrario se encuentra en completa soltería, tampoco es problema, todo es cuestión de actitud.
