Luego de que se aprobará el proyecto de ley que castigará severamente el maltrato animal, con sanciones disciplinarias de 12 a 36 meses de cárcel y multas hasta de 60 salarios mínimos mensuales vigentes, la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A, presentó un informe que revela el panorama del maltrato animal en Bogotá.
Manifestaciones de dolor en los animales, que se expresan en posturas incomodas, disminución de la interacción con los otros animales o con los cuidadores, agitación, automutilación, taquicardia, hipertensión y pérdida de apetito, serán sancionadas con severidad y quien las ocasione pagará hasta tres años en prisión o multas por 38 millones de pesos.
Para Juan David Córdoba, coordinador del Semillero de Investigación en Bienestar Animal de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A, quien desarrolló el informe y analizó cifras recientes de la Política pública de Protección y Bienestar Animal (PyBA), encontró que en Bogotá actualmente hay más de 90 mil perros y 140 mil gatos en condición de abandono. “En Colombia 4500 animales son abandonados al año y 6000 son sacrificados en el mismo lapso de tiempo”, dijo.
Según el informe, los principales problemas que afectan la fauna son: abandono, tenencia irresponsable, reproducción descontrolada, vacíos de la normatividad que regula la relación con los animales, crecientes casos de crueldad, prácticas que promueven la violencia contra los animales, transporte inadecuado y tráfico ilegal de animales silvestres.
En lo que se refiere a casos de incautación con el propósito de recuperar la fauna silvestre en la capital del país, el informe menciona que entre 2013 y 2014 se recuperaron 112 animales vivos y 211 animales muertos; y se registraron 44 quejas por tenencia ilegal, entre otros.
En caninos y felinos, la población estimada para el 2014 fue de 935,374 y 334,666, respectivamente, con un una tasa de crecimiento en perros del 2,1% anual (comparado con tasas de crecimiento del 5,5% para el periodo 1994 – 2004), evidenciando un fortalecimiento en los programas de esterilización, que debe ir de la mano con la tenencia responsable de mascotas.
De otra parte, la población de gatos en la ciudad también tuvo un incremento significativo, –de 150,000 felinos en 2004 se pasó a 334,666 en 2014–, situación para la cual se deben adoptar medidas de control similares a las tomadas para el control de la población de perros.
Otra de las problemáticas a nivel urbano que se ha venido manejando en diferentes ciudades del país, no solo en Bogotá, es la sustitución de vehículos de tracción animal, donde se realiza un proceso en el que los “propietarios” de los caballos los entregan a la Alcaldía y a cambio pueden acceder a diferentes opciones que incluyen: un vehículo motorizado, arreglo de vivienda o capital para inversión en negocio.
“La U.D.C.A, como caso particular, recibió más de 2400 equinos entre febrero de 2013 a octubre de 2015, ofreciendo la atención y tratamiento necesarios a cada uno de estos”, afirmó.
No todo está ganado. Lamentablemente las corridas de toros siguen siendo un tema álgido en diferentes ciudades y regiones de Colombia. Por tal motivo, diferentes grupos de animalistas se han organizado para exigir la abolición de estos procederes que atentan contra el bienestar animal, donde el toro es sometido a múltiples lesiones, traumas, agotamiento físico y muerte por perforación de órganos vitales (pulmones, corazón y vasos sanguíneos principales) asfixia y hemorragia masiva. Mientras que los taurinos luchan por defender su actividad que justifican como fuente de trabajo y “cultura”. En todo caso, el Consejo de Estado falló a favor de los derechos de las minorías, y de alguna manera se logró cancelar la consulta antitaurina programada para el pasado 25 de octubre en las elecciones regionales.
A nivel político, el informe sostiene que se deben modificar las leyes concernientes a la protección de los animales (Ley 84 de 1989), para la cual existe un proyecto de ley (087 de 2014 en la Cámara – que es la misma 172 del Senado), que busca modificar la Ley 84 de 1989, el Código Penal, el Código de Procedimiento Penal y otras disposiciones, donde se contemplan penas más severas y coherentes con las condiciones de abuso y maltrato a las que son sometidos los animales. Aún continúa en debate.
En conclusión, es evidente que en el país aún se realizan eventos aislados de maltrato animal que viven bajo la sombra de la impunidad y que incluso están en el marco de la legalidad, como son las peleas de gallos, el rejoneo, el coleo, las corridas de toros, las novilladas, las corralejas y las becerradas.
Finalmente el informe resalta la participación ciudadana y las voces de protesta, cada vez más calificadas, en contra del maltrato animal, generando más conciencia, sensibilización, cultura y educación hacia la protección y bienestar de los animales.
Por lo pronto –sostiene el profesor Córdoba– “el próximo Alcalde de la ciudad, Enrique Peñaloza, deberá incluir en la agenda de la ciudad actividades orientadas a la protección de la fauna silvestre y de su habitad, jornadas de esterilización de mascotas y fortalecimiento de las unidades dependientes al Distrito para trabajar en el bienestar animal, entre otras”.
Teniendo en cuenta la preocupación evidente de los grupos animalistas, Peñalosa también anunció que mantendrá la prohibición de corridas de toros en la capital, lo que supone un excelente augurio que se espera sea cumplido, y que llena de esperanzas para el desarrollo de todos los temas relacionados a la protección y el bienestar de los animales.
Abandono animal, una problemática en aumento
Dom, 06/12/2015 - 03:30
Luego de que se aprobará el proyecto de ley que castigará severamente el maltrato animal, con sanciones disciplinarias de 12 a 36 meses de cárcel y multas hasta de 60 salarios mínimos mensuales vi