La pandemia por Covid-19 ha traído una serie innumerable de problemas, sobre todo en la salud, dado que las nuevas alternativas de trabajo y estudio requieren de diferentes rutinas a las que se estaba acostumbrados.
El uso de los dispositivos electrónicos ha jugado, sin duda, un importante papel para poder llevar a cabo las tareas de las personas. Así es el caso en los niños, que luego del cierre de las instituciones educativas para evitar el contagio, debieron adaptarse a aprender por medio de una pantalla.
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A pesar de que los pequeños han aprendido a utilizar las herramientas tecnológicas en gran manera, también es cierto que el estudio en espacios cerrados y con la exposición a la luz de los dispositivos electrónicos, ha traído problemas visuales graves para muchos de ellos.
La miopía es un problema óptico que se manifiesta cuando la persona percibe borrosos los objetos lejanos. Los médicos explican que lo que sucede al interior de los ojos es que la imagen se forma en frente de la retina y no sobre la retina como debería ser.
Aunque es en muchos casos, una enfermedad hereditaria, las luces y otros factores puedes hacer que cualquier niño la desarrolle y empiece a tener dificultades para ver de forma correcta.
Entonces, el uso de celulares, computadores y televisor, los cuales requieren una observación cercana, pueden causar miopía.
Así pues, expertos aseguran que, aunque no se veían venir estas afectaciones por el Covid-19, un año y medio después del cierre de colegios, se ha evidenciado un incremento considerable en la cifra de niños que padecen el problema visual.
“Los niños completan el desarrollo y maduración del sistema visual en la primera década de la vida. Por eso, es fundamental asegurar el logro de un óptimo desarrollo de su potencial de visión en esta etapa. De ahí la importancia de conocer y evitar actividades que pueden aumentar el riesgo de problemas de visión, y de realizar exámenes de oftalmología y optometría tempranos para detectar y tratar adecuada y oportunamente cualquier alteración que pueda limitar el correcto desarrollo de la visión”, explica Walter Becerra, optómetra y jefe de educación en Essilor Colombia, compañía líder en investigación y soluciones oftalmológicas.
De la misma manera, el especialista afirma que la miopía en los menores no es fácil de identificar por los padres, pero que lo recomendable es llevarlos a exámenes de visión anuales para encontrar esta enfermedad u otros problemas que se puedan desarrollar y sean difíciles de corregir, ya que en los primeros años es cuando el sistema permite una recuperación más rápida.
Para evitar la aparición de este problema visual, Becerra aconseja tener control sobre el tiempo de exposición que el niño tiene ante las pantallas, donde se hagan pausas activas durante las jornadas de estudio. También asegura que es saludable hacer actividades con el menor al aire libre, donde pueda recibir la luz natural y el uso de gafas si es necesario moderar algún refractivo.
En caso de que el optómetra le formule gafas al niño, es fundamental tener en cuenta también que estas cumplan las características específicas tanto en la montura, como en los lentes.
Los rasgos faciales de los niños son diferentes a los de los adultos, por lo cual requieren de unos anteojos que les permitan estar cómodos, con un diseño suave y flexible que a la vez les permita tener un cubrimiento de todas las partes para que hacía donde mire, pueda hacerlo a través de la formula.
“Debido a que los niños son diferentes a los adultos en su morfología y comportamiento, los lentes visión sencilla estándar no están optimizados para ellos. Actualmente, hay lentes como Eyezen Kids con una tecnología única que amplía la superficie del lente y les permite ver el mundo a su manera”, agrega el especialista.