La atención de enfermedades distintas al coronavirus (COVID-19) en medio de la pandemia, es uno de los retos que tienen los hospitales y clínicas en Colombia y el mundo.
Los tratamientos oncológicos, los procedimientos ante problemas renales, los infartos y las fracturas siguen sucediendo en el día a día y no se detienen ante la cuarentena.
“Es un error hablar de capacidad para la atención de pacientes con coronavirus. Tenemos que atender tanto a enfermos de COVID-19 como de otras. La gente se sigue infartando, tiene accidentes en sus hogares”, indicó el director general del Hospital Universitario San Ignacio de Bogotá, Colombia, Julio Castellanos.
Ante el reto que tienen las instituciones que prestan servicios de salud para atender en forma integral todas las enfermedades, Castellanos afirmó que se debe empezar por reconocer el riesgo de contagio de COVID-19 en cualquier centro de salud.
“Garantizar que una persona no se contagie en una clínica es imposible”, sostuvo sin dudar el médico colombiano, director de uno de los hospitales más importantes de Colombia.
Castellanos describió que las instituciones médicas, al partir de aceptar los riesgos, deben reducir la posibilidad de contagios en sus instalaciones con barreras puestas en sitios claves e indicaciones claras a los pacientes.
“Al Hospital Universitario San Ignacio nadie entra en el servicio de urgencias hasta que no informe si tiene síntomas respiratorios. Los que los tienen van por un camino y los que no van por otro”, mencionó el médico.
El directivo relató que ese primer paso se hace afuera de las instalaciones del hospital mediante una ventanilla, apenas perceptible al paciente
Además de los controles antes de entrar a la zona de urgencias, el hospital cuenta con diferentes circuitos en su interior, uno aislado de otro, para evitar que pacientes con diagnósticos confirmados de coronavirus contagien a los que se encuentran en sus instalaciones por una dolencia distinta.
“Por ejemplo, los pacientes oncológicos van por un circuito y los pacientes de cuidados paliativos están en una zona totalmente alejados”, detalló Castellanos.
Los pacientes con coronavirus, aunque son pocos en el hospital, se encuentran también aislados, resaltó el médico colombiano.
Aunque las barreras son contundentes y hay un diseño pensado para evitar los contagios, Castellanos explicó que se pueden dar infecciones en un centro médico debido a que hay personas asintomáticas que son portadores del coronavirus.
“En ese caso no importan los controles que se tengan, está el riesgo. Una medida para minimizarlo es que todas personas usen tapabocas en las instalaciones del hospital”, aseveró Castellanos a la Agencia Anadolu.
El médico mencionó que los pacientes con algunas dolencias menores pueden llamar a servicios ambulatorios o domiciliarios, en lo posible, para evitar el desplazamiento a un hospital.
Afirmó que en caso de tener que asistir al centro de salud, lo cual es natural que ocurra, el paciente debe usar la mascarilla de protección, seguir los lineamientos de la institución y evitar hablar con gente que no sea parte del personal que lo atiende.
“Somos muy sociables y muy dados a hablar, pero en este momento hay que evitarlo excepto con quién lo atienda a uno. También se recomienda estar a dos metros de todas las personas, hacer un lavado continuo de manos y evitar tocar cualquier superficie, así como el rostro”, pidió Castellanos a los pacientes que vayan a los centros de salud en medio de la pandemia.
Castellanos expresó que el Hospital Universitario San Ignacio se ha preparado desde enero pasado para la atención de pacientes con COVID-19, aunque reconoce que la propagación y letalidad del virus ha sorprendido a toda la comunidad médica en el mundo.
“Fue muy rápido. Pasamos de su aparición en diciembre a una gran catástrofe en Italia y en España en marzo, y ahora la que presenciamos en Estados Unidos. En Colombia no hemos llegado a eso”, detalló el médico, que considera que su país se preparó mejor que otros al presenciar lo que les sucedió a otras naciones del mundo.
El directivo también tuvo palabras para el momento en que finalice la cuarentena. “No se va a volver a lo de antes”, vaticinó.
“Tenemos que implementar los cambios de hábitos que hemos adquirido, porque al ser el coronavirus tan contagioso, el control tiene que seguir durante nuestra vida luego de la cuarentena”, mencionó Castellanos.
Colombia se encuentra en aislamiento social obligatorio desde el pasado miércoles 25 de marzo, debido a la propagación del coronavirus que deja 196 muertos y 4.149 pacientes contagiados en su territorio. La medida regirá hasta el próximo 11 de mayo.
La enfermedad causó, el pasado martes, siete nuevos fallecidos, que es la más baja en los últimos seis días. Colombia es el sexto país donde más víctimas fatales ha provocado la COVID-19, en Latinoamérica, por detrás de Brasil, México, Ecuador, Perú y República Dominicana.
La Organización Mundial de la Salud declaró el brote como una pandemia global el pasado miércoles 11 de marzo.
A pesar del creciente número de casos, la mayoría de las personas infectadas sufre solo síntomas leves y se recupera.