Juan Carlos López Castrillón, alcalde de Popayán, se refirió sobre el derribamiento de la estatua a Sebastián de Belalcázar y, además de repudiar los hechos, en compañía del director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, el mayor Jorge Luis Vargas, anunciaron que se encuentran tras el rastro de los indígenas Misak involucrados, por quienes ofrecieron una recompensa de hasta 5 millones de pesos.
Según las autoridades, por medio de una investigación criminal de la Policía Nacional, en compañía de miembros del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía (CTI), se están identificando a los responsables de tumbar el monumento a través de los videos y fotografías que circulan en redes y que dejaron en evidencia la ferviente celebración de la comunidad indígena al derribar esta imagen erigida en el Morro de Tulcán.
"Es un daño al patrimonio cultural de la ciudad de Popayán y es un delito (...) Es prioridad para la Policía y para la Fiscalía, pero por supuesto para Popayán, identificar a estas personas. Desde ayer se ha ofrecido una recompensa de hasta 5 millones de pesos por la identificación de los responsables en este delito", expresó el mayor Vargas.
Además, agregó que desde Bogotá llegaron varios investigadores que apoyarán las pesquisas que realiza la Seccional de Investigación Criminal de Popayán.
Por último, se invitó a la población payanés para que rechace este tipo de actos y denuncie ante las autoridades "cualquier acto irregular que vea en la ciudad de Popayán".
Cabe mencionar que la comunidad Misak alegó el derribamiento de la estatua en señal de protesta y como una forma de reivindicar la memoria de sus ancestros asesinados y esclavizados por las élites.