Por medio de una estrategia social y académica denominada ‘Parceros’, la Alcaldía de Medellín, le apostó a cambiar el estilo de vida a jóvenes vulnerables de la ciudad, quienes cambiaron las calles por espacios para la formación, la convivencia y respeto.
Según señaló la administración municipal, el programa certificó a 284 jóvenes y adolescentes de las comunas más vulnerables de la ciudad, quienes le apostaron a cambiar sus vidas, aceptar las oportunidades y confiar en la institucionalidad.
En total son 1.080 personas quienes se encuentran en riesgo de pertenecer a grupos delincuenciales, los que en la actualidad hacen parte de este programa y quienes reciben por parte de la actual administración oportunidades reales de estudio, trabajo y emprendimiento.
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La formación de estos jóvenes se centró en habilidades y herramientas que les permiten fortalecer y crear estilos de vida saludables. Por eso, se abordaron aspectos como manejo de problemas y conflictos, comunicación asertiva, relaciones interpersonales, toma de decisiones, empatía, autoconocimiento, pensamiento creativo, manejo de las emociones y sentimientos, así como de tensiones y estrés.
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Galería de fotos.[/caption]
“Uno de los golpes más duros que le hemos dado a la ilegalidad es quitarles jóvenes y niños a quienes les hemos ayudado a retornar al sistema educativo porque es en los salones y no en las calles donde deben estar”, precisó el secretario de Seguridad y Convivencia, Andrés Felipe Tobón Villada.
De los 284 jóvenes que se beneficiaron del programa, 138 estaban no encontraban matriculados en establecimientos educativos. De ellos hay 60 en los Cepar, 11 se reintegraron a instituciones educativas, otros 11 están becados por Sapiencia, 7 quedaron seleccionados en la estrategia Buscando talento y 8 más cursan estudios técnicos en el SENA.
Esta iniciativa comenzó en el año 2018 y en su primera etapa contó con una inversión cercana a los 2.000 millones de peso y cuenta con 35 profesionales que se encargan de hacer seguimiento a los jóvenes vinculados.
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“Uno de los golpes más duros que le hemos dado a la ilegalidad es quitarles jóvenes y niños a quienes les hemos ayudado a retornar al sistema educativo porque es en los salones y no en las calles donde deben estar”, precisó el secretario de Seguridad y Convivencia, Andrés Felipe Tobón Villada.
De los 284 jóvenes que se beneficiaron del programa, 138 estaban no encontraban matriculados en establecimientos educativos. De ellos hay 60 en los Cepar, 11 se reintegraron a instituciones educativas, otros 11 están becados por Sapiencia, 7 quedaron seleccionados en la estrategia Buscando talento y 8 más cursan estudios técnicos en el SENA.
Esta iniciativa comenzó en el año 2018 y en su primera etapa contó con una inversión cercana a los 2.000 millones de peso y cuenta con 35 profesionales que se encargan de hacer seguimiento a los jóvenes vinculados.
