De acuerdo a la mitología del origen de los pueblos indígenas que habitan la amazonia colombiana, la gran mayoría provienen de la Laguna de Leche que está ubicada muy próxima a la desembocadura del río Amazonas en el océano Atlántico. Allí abordaron una gran anaconda convertida en canoa que comenzó a subir por el río Amazonas y por sus afluentes, sitios en lo que el Dios de los indígenas les iba entregando a cada grupo étnico, sus respectivos territorios para que los poblaran, aprovecharan todos sus recursos y, en especial, los cuidaran y protegieran.
La gran anaconda ancestral o canoa después de entrar por el río Negro (territorio actual de Brasil) encontró la desembocadura del río Vaupés, donde fue dejando, de acuerdo a su sabiduría, los diferentes grupos que hoy habitan el territorio del departamento del Vaupés.
A cada grupo étnico le hizo entrega del territorio que actualmente ocupan, correspondiente a un gran tramo del río Vaupés, a otros los dejaba en la desembocadura de caños, ríos y afluentes, tales como el río Tiquié en donde ubicó a los Tuycuca y Bará. Luego, en el río Papurí dejó ubicados a las etnias Desano, Tucano, Piratapuyo, Siriano, Yurutí y Tatuyo. Para después ubicar por el río Isana a los Curripaco; en las márgenes del río Vaupés a las comunidades Tariano, Wanano, Cubeos y a tres etnias que en la actualidad son semi nómadas los Tujubda, Yujubda y Cácua.
En la actualidad, en el departamento del Vaupés se encuentran en sus propios territorios 27 grupos étnicos que se identifican por tener su propia lengua, sus propias costumbres, sus propias mitologías, leyendas y creencias que le dan identidad a su cultura.
Ellos han tenido que vivir, en estos últimos cien años, la incursión de los colonos que han llegado de Brasil y Colombia en las denominadas “bonanzas” de la cauchería, las pieles (de tigre, tigrillo y güío), de la coca y la minería (oro y coltan). Esto le ha traído serias consecuencias negativas como la explotación laboral, la pérdida de costumbres, incluso abandono de sus territorios. Estos pueblos indígenas no han sido ajenos igualmente al problema del conflicto armado en donde los jóvenes ingresan a estas filas insurgentes, conflicto que hoy siguen viviendo.
Este conjunto de interferencias, además del consumo desmedido de bebidas alcohólicas heredadas de esta intromisión externa o desde la cultura occidental, han hecho que muchas de sus costumbres y valores se vayan perdiendo, especialmente las de subsistencia alimentaria y que hoy en día existan situaciones de desnutrición infantil y un alto índice de suicidio, especialmente de preadolescentes y jóvenes.