En las últimas horas se conoció una carta firmada por más de 700 trabajadores del sector cultural, entre quienes se cuentan actores de reconocida trayectoria, cantantes, gestores, docentes y periodistas. Muchos le reclaman al presidente Gustavo Petro una supuesta falta de orientación desde el Ministerio de Cultura para atender las necesidades de ese renglón económico y social.
Esta misiva pública ha traído a la memoria de muchos un video publicado el año pasado, durante época de campaña, por un grupo de artistas que se reunieron en un apartamento para hacer proselitismo político a favor de Gustavo Petro y Francia Márquez, entonces candidatos. La charla, amenizada por vino, pasta y otros ingredientes, estuvo encaminada a posicionar a los líderes del Pacto Histórico como mejores opciones electorales.
Los asistentes al festín
Todo parece indicar que el apartamento al que llegan es donde vive el actor Fabio Rubiano que, uno a uno, comienza a recibir a los invitados. Con una copa de vino en su mano derecha brinda “por que en el próximo gobierno haya buen presupuesto a la cultura”.
Como invitada virtual -se hallaba fuera del país- Carolina Ramírez dice “hay una cosa que hemos perdido con los años: el honor y la dignidad”.
—Hay todavía un porcentaje muy alto de la población que le teme a un cambio—, dijo Rubiano.
—Primero por la cantidad de noticias falsas. Que nos iban a convertir en Venezuela fue el eslogan para que subiera este Gobierno (Duque)—, expuso Marcela Valencia.
—Esa campaña es exitosísima—, arguyó Julián Román.
—Lo que tenemos es que elegir nuevos gobernantes. Esta derecha que hemos tenido durante los últimos 20 años o toda la vida ha sido nefasta—, añadió, con fuerza, Carmenza Gómez, que picaba cebolla en una tabla.
Así avanzaba el coloquio cuando, de nuevo, sonó el timbre. Era Carlos Duque, cuya primera frase fue “¿qué es esta reunión tan mamerta?”, provocando una risotada que inundó la cocina.
Lo que dijeron sobre Francia Márquez
Hablaron un rato sobre la figura política que representa Francia Márquez y el discurso que ondeó a lo largo de toda la campaña y, en parte, como vicepresidente.
“Que digan que no está preparada, que esgriman eso como argumento. ¿Y los que están preparados cómo han gobernado”, dijo Carmenza Gómez.
Allí, Carlos Duque, publicista, dijo que la frase “vivir sabroso” no es publicidad, sino poesía". Con igual entusiasmo hablaron del liderazgo político de Gustavo Petro y de su proyecto para Colombia.
Ya terminado el almuerzo y luego de un "yo quiero vivir sabroso" que se convirtió en otro brindis algunos comenzaron a argumentar el que sería su voto
—No nos dejaron otro camino que apostarle al cambio. Peor no podemos estar—, dijo Carolina Ramírez.
—Yo no lo escojo porque sea el menos peor. Yo en estos momentos estoy convencida de ese cambio y para mí es el único camino que hay—, apuntó Marcela Valencia.
—He visto el proceso de Petro. Eso no es de ahora, para campaña. Lo vimos en la Alcaldía, vimos cómo lo atacaron y destituyeron, la candidatura anterior. Yo sí veo un proyecto donde me veo tranquilo—, agregó Román.
La carta que firmaron trabajadores culturales
Son cada vez más fuertes las quejas de los artistas y representantes del sector cultural, quienes consideran que el gobierno de Gustavo Petro no está atendiendo prioritariamente las necesidades y exigencias de estos trabajadores.
Una de las preocupaciones más grandes tienen que ver con el Ministerio de Cultura, a cargo de José Ignacio Zorro, luego de que, junto con otros ministros, saliera Patricia Ariza.
“No hay un rumbo cierto en el Ministerio de Cultura, lo que hoy sucede en esta cartera no representa una visión progresista de las artes y la cultura”, resaltan.
Aunque son muchos, algunos de los firmantes más destacados son:
- Margarita Rosa de Francisco
- Ernesto Benjumea
- Jesús Abad Colorado
- Vicky Hernández
- Andrea Echeverri
- Santiago Alarcón
- Julián Román
Agregaron, sin embargo, que apoyan las reformas del Gobierno y que esperan logren salir adelante en el Legislativo. Sin embargo, son enfáticos en que ojos de muchos países observan la apuesta cultural del llamado primer gobierno progresista de Colombia.