Un usuario en Twitter denunció un supuesto caso de discriminación cuando se disponía a donar sangre en Bogotá, reabriendo un debate de exclusión y violación de derechos que se encontraba dormido en Colombia. El usuario aseguró que se le impidió continuar con el procedimiento por ser homosexual.
“Es la tercera vez que intento donar sangre y no me dejan por ser gay, Secretaría de Salud de Bogotá esto es discriminación, ¡llevé mi prueba de VIH negativa realizada ayer!”, aseguró el denunciante, quien aparece en redes sociales como Daniel Castellanos.
El tuitero no dudó en afirmar que las políticas de donación del Distrito (que como se verá más adelante no son exclusivas de Bogotá) son “retrógradas, irrespetuosas y discriminatorias”.
La denuncia de Castellanos rápidamente se volvió viral y cuenta con más de mil “retuits” y cinco mil “me gusta”. Entre las reacciones destaca la de Mauricio Toro, representante a la Cámara de del Partido Verde, quien no dudó en expresar su indignación con este tema. Asegurando además que está lejos de ser la primera vez que ocurre una situación así.
¿Qué dice la normativa en Colombia?
La seccional de Antioquia de la Cruz Roja colombiana asegura en su web que una de las condiciones para donar sangre es “no haber tenido relaciones sexuales en los últimos 12 meses con personas pertenecientes a la Población Clave”. Un término construido en el marco del estudio internacional de los factores de riesgo para la transmisión de VIH y otras Enfermedades de Transmisión sexual.
La expresión “población clave” se refiere a todas aquellas que superan una prevalencia o proporción del 1% de casos de VIH.
De acuerdo con la Cruz Roja, hacen parte de esta población: trabajadoras sexuales, habitantes de calle, personas que se inyectan drogas, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y mujeres transgénero, entre otros grupos.
Dichos criterios provienen, nada más y nada menos que del “Lineamiento técnico para la selección de donantes de sangre en Colombia” del Instituto Nacional de Salud y el Ministerio de Salud y Protección Social. En dicho documento se asegura, efectivamente, que todo hombre que haya tenido relaciones con otro hombre deberá esperar al menos doce meses para volver a intentar donar sangre.
De por sí, la pregunta 12 del cuestionario que todo donante en Colombia debe responder es: “¿Ha tenido relaciones sexuales con personas pertenecientes a alguna de las poblaciones clave (trabajadores sexuales, habitantes de calle, personas que se inyectan drogas, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, mujeres transgénero)?”.
“En la mayoría de los escenarios, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los transexuales, las personas que se inyectan droga, los trabajadores sexuales y sus clientes, y las personas seronegativas dentro de una pareja serodiscordante se encuentran en mayor riesgo de exposición al VIH que otras”, agrega dicho documento.
Por otra parte, la resolución 3212 de 2018 del MinSalud, en la cual se especifican los requisitos para ser donante de sangre en el país, respalda la consideración riesgosa de las relaciones sexuales entre parejas del mismo sexo y además añade otra población: “Víctimas de acceso carnal violento y abusivo (vaginal, anal u oral) en los últimos doce meses”.
Sin embargo, en lo que respecta a los homosexuales, la jurisprudencia de la Corte Constitucional tiene antecedente de defensa de los derechos de igualdad y no discriminación en esta materia. En la sentencia T-248/12 este tribunal determinó que no se le puede preguntar a ningún donante por su orientación sexual.
En aquella ocasión la Corte Constitucional ordenó al laboratorio denunciado realizar “de nuevo la encuesta y entrevista dirigida a identificar factores de riesgo para la donación de sangre, sin tener en cuenta su orientación sexual”.
El sida en la población LGTIQ+
De acuerdo con las cifras de ONUSIDA, el programa de las Naciones Unidas para estudiar y generar estrategias de control para esta enfermedad en el mundo, el 65% de las infecciones de VIH durante 2020 se presentaron en la “población clave”.
En ese orden de ideas, asegura la entidad, se puede determinar que la probabilidad de contraer VIH es: 25 veces mayor entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, 26 veces mayor para las personas que ejercen la prostitución, 34 veces mayor para las mujeres transgénero y 35 veces mayor entre las personas que se inyectan drogas.
La razón médica con la que la ONU explica el riesgo en hombres homosexuales es que "la mucosa del recto es fina y puede desgarrarse fácilmente, con lo que incluso las pequeñas lesiones en la mucosa son suficientes para permitir la entrada fácil del virus. Se cree que, aún en el caso de no existir tales lesiones, posiblemente las células de la mucosa rectal gozan de una menor inmunidad para resistir al VIH que la que tienen, por ejemplo, las células de la mucosa vaginal".
No obstante, lo cierto es que ya muchos países han adaptado su normativa para evitar casos de discriminación y han enfocado sus esfuerzos en realizar pruebas a la sangre recolectada. Israel, por ejemplo, eliminó esta semana la restricción de un año de abstinencia sexual para que los homosexuales pudieran donar sangre. Y así, muchos países empiezan a eliminar este veto que pone en peligro los derechos de los ciudadanos.