La administración de Daniel Quintero Calle como alcalde de Medellín estuvo siempre marcada por las polémicas y, muy al estilo de Gustavo Petro, por confrontaciones: con Álvaro Uribe, con el GEA, con los medios de comunicación, con Federico Gutiérrez, con la Procuraduría.
Una administración marcada por las peleas
EPM, su gerencia general y su destino, le costó las críticas de varios sectores políticos, que sobre 2020 pusieron sus ojos sobre este conglomerado de empresas, fundamentales para la productividad y economía en Antioquia, el Chocó y zonas cercanas.
Allí, Quintero Calle enarboló las banderas del discurso antisistema, la emprendió contra Sergio Fajardo y estableció, junto con su esposa Diana Osorio, el concepto 'fajardo-uribismo', haciendo referencia a lo que ellos, como nueva clase política, querían dejar atrás.
Cercanía con Gustavo Petro y participación en política
Ese discurso fue ganándole, en porciones grandes, la simpatía del entonces candidato Gustavo Petro, quien vio en Medellín, por primera vez, un posible baluarte de la nueva izquierda en una ciudad tradicionalmente conservadora e inclinada, en algunos casos, al separatismo antioqueño, tema del que se habla con sorna en círculos académicos pero que toma relevancia, cuando revive, en la opinión pública.
Durante las últimas semanas de la campaña por la Presidencia de Colombia, Quintero subió un clip de pocos segundos haciendo un cambio con el embrague de su camioneta, diciendo "el cambio, en primera", frase de uso común en la campaña de Gustavo Petro y Francia Márquez. La Procuraduría lo apartó temporalmente de su cargo y lo restableció en él ya con Petro en el poder.
A su reemplazo llegó Juan Camilo Restrepo, con quien riñeron varios simpatizantes quinteristas, y ahí se abrió más la brecha que separa a los seguidores de Quintero y quienes quieren restablecer políticas anteriores a su administración.
Su apuesta por Upegui
Juan Carlos Upegui es primo de Diana Osorio, su esposa, y ha sido su compañero de batallas. Desde la fundación en Bogotá del Partido del Tomate (cuando Quintero quiso ser representante a la Cámara por Bogotá) se les ha visto juntos. El filósofo fue secretario de No Violencia durante la alcaldía de Quintero, pero, siendo el más leal de sus funcionarios, fue ungido con el aval de Independientes para continuar con el legado de su jefe político.
A tres meses de concluir con periodo constitucional, Quintero Calle anunció su renuncia para convertirse "en un soldado más" de la campaña de Upegui, "con el apoyo de dios y unos votantes".
Varias veces a mencionado a "dios" como ser acompañante de su gestión y como el amparo que lo protege de las hostilidades de sus contrarios políticos.
En su reemplazo quedó Óscar Hurtado como alcalde encargado, habiendo sido hasta ahora secretario de Gobierno, es decir una de las personas más cercanas al plan administrativo del líder de 'Independientes', cuyas aspiraciones presidenciales han sido develadas por aliados políticos como Álex Flórez.