En la mañana de este 1 de marzo, la Fiscalía General de la Nación, en cabeza de Francisco Barbosa, anunció nuevas imputaciones a Luis Fernando Andrade, José Roberto Prieto y Carlos Alberto Acero, por el caso de corrupción de la firma brasileña Odebrecht.
Sin embargo, en el trino a través del cual se hizo público el anuncio, la Fiscalía decidió acompañar la información con una imagen en la que resalta a su propio director y lo califica como "un personaje en alza". De inmediato, las críticas en contra de Barbosa comenzaron a surgir por parte de políticos, abogados, líderes de opinión y cientos de ciudadanos, quienes consideran que se está echando flores a sí mismo.
"Con recursos de los contribuyentes la Fiscalía se dedica a alimentar el ego del fiscal Francisco Barbosa. Hoy amaneció levantándose él mismo la mano y autodeclarándose 'Personaje al alza'", aseguró el periodista Daniel Coronell.
El reconocido columnista del portal 'Los Danieles' no fue el único en manifestarse en contra del comentado hecho, pues también hubo pronunciamiento de reconocidos personajes de la vida nacional como la congresista María José Pizarro, la abogada Valeria Santos y el concejal Emel Rojas.
"Un poco menos de EGO de parte del Fiscal Francisco Barbosa y un poco más de resultados, le vendrían bien a la Fiscalía General de la Nación y al país", agregó el concejal de Bogotá por el partido Colombia Justa Libres.
Ante la ola de críticas, la Fiscalía General escribió un segundo trino en el que aclararon que la frase "personaje en alza" pertenece a una cita directa al diario La República y una de sus publicaciones, en la que se cataloga así la gestión del Francisco Barbosa en el ente investigador.
Este polémico trino ha vuelto a revivir el viejo debate sobre el uso que se le debe dar a las cuentas oficiales: si están para informar sobre información oficial, o por el contrario, para servicio de la imagen de los funcionarios públicos.
"¿Puede una entidad pública, en un comunicado oficial emplear expresiones como "personaje al alza"? ¿En eso se están yendo nuestros impuestos, en lavarle la imagen a un funcionario? ¿Es este un ejercicio ético de la comunicación institucional?", cuestionó el abogado Francisco Bernate.