La fiesta en el pabellón de extraditables de la Cárcel La Picota, en Bogotá, causó tremendo revuelo por lo que podría ser uno de los casos más escandalosos de corrupción en el INPEC en la historia reciente del penal. Un rumbón que estuvo lejos de ser modesto, con parranda vallenata por artistas de renombre, alcohol, juegos de azar, cigarrillos, celulares y toda clase de lujos. Sin embargo, lo curioso es que este no es el primer y al parecer tampoco el último caso de reuniones ilegales en este penal.
En su historia, La Picota de hecho ha tenido numerosos escándalos por esta situación. Un hecho que incluso valió para que la procuradora Margarita Cabello asegurara públicamente que uno de los grandes problemas históricos de este centro carcelario es la corrupción. Que a pesar de que siempre se toman medidas, no hay quien pare la 'guachafita' en dicho recinto.
“La Procuraduría destituye, sanciona y suspende a funcionarios y directivos, personas que están ejerciendo vigilancia del centro penitenciario de La Picota. Se nombran nuevos y encontramos otra ocurrencia de acciones indebidas. Volvemos a suspender, sustituir o sancionar y ponen nueva gente y vuelve y ocurre”, aseguró la procuradora.
Toda este hecho se conoció luego de un video revelado por Semana en el que se podía apreciar a varios presos departiendo con trago, juegos de azar e incluso una parranda vallenata en La Picota, realizada nada más y nada menos que por artistas de la talla de Ana del Castillo, el ¨Mono Zabaleta, el acordeonero Daniel Maestre Ramos, Fabio Quiroz y el Churo Díaz. Mismos que de hecho ya fueron llamados a declarar.
A la par, fueron llamados a dar testimonio algunos guardianes y funcionarios del INPEC con el fin de determinar su posible responsabilidad en los hechos. Ya habrá que esperar el desenlace de esta historia.
Sin embargo, algo que sí es cierto es lo que señaló la procuradora sobre la historia sin fin de la corrupción en el penal de La Picota. Algo que va desde fugas mediáticas como la de alias "Matamba", hasta un historial tremendo de fiestas que deja esta última como una más del muro de la infamia. Acá, cinco de los casos más sonados en su momento.
La corrupción se tomó La Picota
En 2015 la Cárcel de La Picota fue escenario de una fiesta bastante polémica, con nada más y nada menos que varios corruptos como asistentes: parapolíticos, personas implicadas en Interbolsa e incluso del Carrusel de contratación, sobre los que luego se comprobó que tenían habitaciones y espacios especiales que no poseen los demás internos del penal.
En aquella ocasión, se asegura que los presos en cuestión tuvieron tiempo hasta para hacer un asado con varios productos cárnicos, acompañando con Whiskey . Un tremendo rumbón que incluso generó que se les cortaran varios servicios especiales a este pabellón especial, así como una atención especial a las visitas externas por parte de los guardias.
Un director y contando
En 2013 fue retirado el entonces director de La Picota, Anselmo Escobar, por admitir la celebración de una fiesta de cumpleaños en el penal a la que asistieron nada más y nada menos que 10 congresistas. Una reunión para celebrar el natalicio del entonces representante a la Cámara, Álvaro Pacheco Álvarez, preso por supuestos nexos con el paramilitarismo, y justamente en el famoso pabellón Ere Sur (lugar de la polémica actual).
Curiosamente, este director había ingresado a la cabeza del penal luego de un escándalo de la anterior administración por permitir peleas clandestinas.
La fiesta de los parapolíticos
En 2011 la historia de La Picota fue exactamente la misma que se vive hoy por hoy. El país se escandalizó a mitad de año por una fiesta de parapolíticos en dicho penal, en la que habrían estado varios excongresistas como Miguel Ángel Rangel o Jaime Bravo.
De hecho, las versiones iniciales de esa fiesta aseguraban que el alto grado de alicoramiento de los presos generó riñas y agresiones entre ellos.
El rumbón de Martínez Sinisterra en La Picota
Ese mismo 2011 se dio un escándalo tremendo con el llamado Juan Carlos Martínez, más conocido como “el negro Sinisterra”, exsenador condenado por parapolítica y una máquina electoral que de hecho este 2022 volvió a jugarse algunas cartas en las elecciones regionales. En ese entonces, un hombre con poder dentro de La Picota, al punto de darse el lujo de una fiesta por lo alto en el penal.
Además de la ampliación en su celda, Sinisterra llegó a invitar a una comitiva de 25 personas a su fiesta privada, amenizada por una orquesta de salsa y por supuesto mucho trago. Por estos hechos el excongresista fue trasladado a otro penal.
La rumba de Emilio Tapia
Como si no fuese suficiente, en septiembre de 2014 Emilio Tapia, uno de los contratistas más corruptos de Colombia, involucrado en el Carrusel de la Contratación y recientemente mencionado en el escándalo de Centros Poblados, celebró una fiesta con trago, parranda vallenata, celulares, sonido profesional y todo tipo de lujos particulares.
Esta fiesta también habría contado con la presencia de otras joyas de la corrupción colombiana como el exdirector de Dragacol Reginaldo Bray, condenado por un desfalco multimillonario al Estado y Juan Monsalve, el exparamilitar que ha sido testigo clave en el proceso contra Álvaro Uribe por presunto fraude procesal. Además, cabe decir que en este lugar Tapia gozaba de lujos especiales en la comida y espacios personales.