En medio de los cuestionamientos a la Policía por excesos de fuerza cometidos contra la población civil y el asesinato de Juliana Giraldo en Cauca por disparo de un militar, el debate político se ha centrado en la formación y capacidad de la fuerza pública para atender a la ciudadanía.
A ese debate se sumó el expresidente Álvaro Uribe, quien defiende al Ejército y al ministro Carlos Holmes Trujillo. El exmandatario incluso calificó de "inmediata" y "acertada" la respuesta del ministro de Defensa al ordenar la investigación y desvinculación de los militares involucrados en el homicidio de Juliana.
El líder del Centro Democrático, dentro de la coyuntura, atribuyó lo que llamó “errores fatales” de las Fuerzas Militares al expresidente Juan Manuel Santos porque, según Uribe, “minó la moral de las FF.AA.” y les provocó “inseguridad psicológica”.
“Inseguridad psicológica en muchos soldados y policías conduce a errores fatales. Santos minó la moral de las FFAA; políticos contribuyen. Narcoterrorismo y prohibición de combatirlo debidamente aumentan desmoralización; afectaron eficacia y transparencia”, aseguró el expresidente Uribe en sus redes sociales.
Álvaro Uribe ha sostenido en varias ocasiones que el Acuerdo de Paz con las Farc, que firmó el expresidente Juan Manuel Santos, afectó a las fuerza militares como una de las tantas críticas que ha hecho al proceso.
El partido Centro Democrático también se pronunció a favor de la institución del Ejército. “Los actos de un soldado y dos policías, no pueden afectar la honorabilidad, la transparencia de la Fuerza Pública. La Policía Nacional y el Ejército de Colombia están conformados por seres humanos que sacrifican todo por la seguridad de cada compatriota”, afirmaron en Twitter.
Juliana Giraldo murió tras recibir un disparo de un militar del Ejército, cuando se desplazaba junto a su esposo en un vehículo por una vía en zona rural del municipio de Miranda, en el norte del Cauca.
Los ocupantes del vehículo señalaron que los militares salieron de un pastal al borde de la vía y dispararon contra el carro. Otra versión indica que el vehículo no se detuvo inmediatamente ante la señal de alto de los militares y uno de estos emprendió fuego contra los ocupantes.
Esta situación se suma a la muerte por golpiza de Javier Ordóñez a manos de dos uniformados de la Policía en Bogotá, un cuestionamiento más a las fuerzas militares del país y una solicitud de reforma a su estructura interna.