La Casa de Nariño será el escenario en el que el presidente Gustavo Petro y su embajador en Venezuela Armando Benedetti tratarán de aclarar el presunto ‘complot’ que se estaría generando al interior de Gobierno luego de que el representante de Colombia fuera acusado por cercanos a Laura Sarabia, jefa de gabinete, de generar presión sobre la funcionaria y organizar el reciente escándalo sobre su niñera, Marelbys Meza. Exceso de funciones, pruebas de polígrafo y otros particulares que tienen contra las cuerdas a Sarabia, mano derecha del mandatario colombiano.
El encuentro, que se espera arranque cerca de las 9 de la mañana, se adelantará a puerta cerrada y con el mayor de los secretismos por configurar una nueva crisis interna y un complot que además de afectar a Sarabia está empantanando en pleno al Gobierno del Cambio.
¿Qué pasará con Sarabia y Benedetti?
El presidente Petro tendrá que tomar difíciles decisiones sobre la continuación de Laura Sarabia y Armando Benedetti en su gobierno. Un tema nada fácil considerando que ambos funcionarios jugaron un tema vital tanto en su campaña a la presidencia como durante su mandato, y además teniendo en cuenta que ambos son poseedores de información privilegiada y de suma importancia para el alto gobierno.
En el escenario hipotético de que se demuestre que el escándalo de la exniñera Marelbys Meza fuera ideado por Benedetti para afectar a Sarabia en vista de que esta no cediera a presuntas presiones por razones burocráticas, el presidente podría determinar la salida del funcionario de la embajada de Venezuela. Sin embargo ese parece ser un escenario poco probable porque hasta donde se ha conocido, hay una comunicación bastante fluida entre ambos.
De hecho, el encuentro de hoy sería justamente para que, cara a cara, reitere su inocencia ante Petro y salpique de vuelta a Sarabia respecto a que según su versión, fue ella quien lo buscó para solucionar el impase con Meza y reducir su impacto en Colombia, por medio de una propuesta laboral en Venezuela de Benedetti a la exniñera.
Por otro lado, el trato de Sarabia a su exempleada, así como la prueba de poligrafía a la que la habría sometido, también deja mal parada a la jefa de gobierno, lo que llevaría a Petro a replantear su permanencia en el cargo y, buscar otro espacio para ella un poco más lejos de los reflectores que cubren permanente a la presidencia.