
La salida de Luis Carlos Reyes del Ministerio de Comercio ha generado una gran controversia en el ámbito político y económico de Colombia.
Su gestión al frente de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) se destacó por el férreo combate al contrabando y la mejora en los recaudos tributarios, pero, según el propio Reyes, estos logros fueron también los factores que lo llevaron a abandonar su puesto.
En una reciente entrevista con Caracol Radio, Reyes acusó a una serie de actores políticos, incluidos congresistas y exfuncionarios del Ministerio de Hacienda, de orquestar su salida tras una serie de presiones y una campaña de desprestigio. A continuación, exploramos quiénes podrían estar detrás de su salida.
El conflicto con los contrabandistas y su impacto en la política
Luis Carlos Reyes reveló que su liderazgo en la DIAN resultó ser incómodo para los contrabandistas que operaban en el país, quienes vieron en sus reformas un obstáculo a sus negocios ilícitos.
Según Reyes, después de renovar el Estatuto Aduanero, que facilitaba una mayor transparencia en las operaciones aduaneras, comenzó a enfrentar presiones más fuertes para su destitución. Antes de sus reformas, mencionó que se registraban "camionadas de mercancías sin inventario de los puertos", lo que era legal en ese entonces, pero ahora era inaceptable bajo su liderazgo. Además, fortaleció la integridad de los sistemas de la entidad, lo que permitió reducir la corrupción interna y evitar que funcionarios anónimos manipularan las bases de datos sobre las mercancías que ingresaban al país.
Congresistas involucrados en su salida
Uno de los puntos más críticos que mencionó Reyes fue la implicación de varios congresistas en su remoción. Según el exfuncionario, miembros de las comisiones económicas terceras y cuartas, quienes manejan temas relacionados con el presupuesto y las políticas fiscales, estaban profundamente incómodos con su trabajo.
Entre los principales actores mencionados por Reyes se encuentran Ricardo Bonilla, quien fue ministro de Hacienda, y otros congresistas que habrían presionado desde sus puestos para orquestar su salida.
El exdirector de la DIAN también destacó un hecho particular: la firma de una proposición por parte de varios congresistas, que solicitaban un traslado presupuestal de 200 mil millones de pesos de la DIAN a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
Esta acción, según Reyes, fue una represalia por no haber cumplido con ciertas demandas de los congresistas, quienes consideraban que no se les había brindado suficiente apoyo o resultados en otros aspectos administrativos.
La influencia del contrabando en la política
Otro de los elementos clave en la salida de Reyes, según su versión, fue la campaña de desprestigio orquestada por los contrabandistas, que vieron en su gestión un obstáculo directo a sus intereses.
Esta campaña incluyó ataques mediáticos y presiones políticas que finalmente lograron que su liderazgo se volviera insostenible. Reyes resaltó que durante su gestión, el recaudo tributario alcanzó cifras históricas en los años 2022 y 2023, lo que refuerza su argumento de que las fuerzas que lo querían fuera estaban directamente relacionadas con aquellos que se beneficiaban del contrabando y la evasión fiscal.
La salida de Luis Carlos Reyes del Ministerio de Comercio es un reflejo de las complejas dinámicas políticas y económicas que atraviesa Colombia. Si bien su gestión en la DIAN fue considerada exitosa en términos de recaudo tributario y lucha contra el contrabando, los intereses de grupos poderosos, tanto dentro como fuera del Congreso, parecen haber jugado un papel crucial en su destitución.
La pregunta ahora es si las reformas de Reyes sobrevivirán a su salida y si el nuevo liderazgo podrá mantener el rumbo en la lucha contra el contrabando y la evasión fiscal que, según él, contribuyó a su destitución.