Como se había anunciado hace unos meses, y después de los desmanes que se presentaron por el regreso de las corridas de toros a Bogotá, el Gobierno radicó un proyecto que pretende eliminar estas prácticas en Colombia.
Lo hizo el pasado 4 de mayo el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, en la Secretaría de la Cámara de Representantes. La idea es que se supriman también otras expresiones como el
rejoneo, las novilladas y becerradas con el fin de fortalecer la cultura ciudadana y el respeto a la vida de los animales.
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"En estos momentos que está viviendo el país, con la implementación del acuerdo con las Farc, es muy importante presentar iniciativas de protección a los animales que generan una cultura de paz”, afirmó el jefe de la cartera política.
La iniciativa es ambiciosa, también busca que los departamentos, municipios y distritos presenten una propuesta destinada para que las personas que se dedican a la actividad taurina cuenten con programas para sustituir esta labor. Para ello, tendrán un plazo de seis meses a partir de la expedición de la ley.
¿Prosperará esta idea en defensa de los animales? No es la primera que se tramita ni la única en este momento. Aunque varias han empezado 'con el pie derecho', se han terminado cayendo en el Congreso y otros espacios, dejando sin claridad el rumbo de la tauromaquia en Colombia.
Las ideas contra las corridas de toros que fallaron
Concejo quiso suprimir la palabra “taurinos”
En 2014, luego de que la Corte Constitucional fallara a favor de las corridas de toros en la Plaza La Santamaría de Bogotá, en el Concejo radicaron un proyecto para
eliminar el término 'taurinos' de un artículo para que ese escenario público no se usara para esta actividad.
La idea era que se modificara el numeral 7 del Artículo 2 del Acuerdo 4 de 1978, que ordenaba: “Administrar, directa o indirectamente, la Plaza de Toros de Santamaría, fomentando la presentación de espectáculos taurinos y culturales y promover la formación de nuevos exponentes nacionales artísticos y deportivos”.
Sin embargo, con ocho votos a favor y cuatro en contra, el cabildo aprobó la ponencia negativa. Algunos concejales consideraron que así se contradecía la última sentencia de la Corte Constitucional.
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La consulta antitaurina suspendida
En septiembre de 2015, el Consejo de Estado suspendió la consulta antitaurina que la Alcaldía de
Gustavo Petro quería celebrar el día 25 de octubre, cuando se desarrollaron las elecciones locales y regionales.
En esa oportunidad, se aseguró que uno fallo previo desconocía las sentencias de la Corte Constitucional, que definió expresamente que la capital de la República "está habilitada la actividad de la tauromaquia".
"Siempre las sociedades que se divierten con la muerte de los animales se divierten también con la muerte de los seres humanos", respondió esa vez el entonces alcalde.
En junio de 2012, él mismo revocó el contrato de arrendamiento de la plaza con la Corporación Taurina de Bogotá con el objetivo de darle un cambio a ese espacio.
El primer proyecto de la agenda antitaurina
En septiembre de 2016, fue el turno del
senador Armando Benedetti. En los primeros meses del año anterior presentó una iniciativa para prohibir expresamente las corridas de toros. Aunque terminó acortándose a restringir la financiación de este tipo de espectáculos con recursos públicos, no logró pasar la prueba en el legislativo. Algunos de los colegas del congresista del Partido de la U señalaron que podría interferir en otras tradiciones como las ferias patronales.
A propósito, Benedetti aplaudió la iniciativa del Gobierno. Sin embargo reiteró que no es la primera lucha que se da frente al tema, por lo que recordó: "Esa vez logré ceder, buscando que solamente los recursos públicos no podían ser utilizados, lo pasé en la Comisión Primera pero en el Senado unos señores cavernícolas y retrógrados me hicieron hundir este proyecto. Por lo tanto dejo claro y expreso que el Congreso nunca está a tono con lo que realmente debe ser progresivo en nuestra sociedad".
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El regaño de la Corte Constitucional
El alto tribunal fue enfático en febrero pasado. Le dio al Congreso un plazo máximo de dos años para que legisle sobre la materia, enfatizando en que con la ley del maltrato animal del 2016, el Congreso desprotegió a estos animales “de forma irrazonable y desproporcionada”.
De no cumplir este fallo, el maltrato al que es sometido el toro durante la lidia quedaría penalizado.
Para lograr esa misión, en trámite también están otras iniciativas relacionadas con este tema, entre estas la que busca eliminar el maltrato de las corridas o la que quiere alejar a los menores de edad de estos escenarios.
“El fallo C - 041 de 2017 de la Corte Constitucional le da a las autoridades dos años para aprobar la legislación que garantice que se termine con el maltrato animal y las corridas de toros en Colombia. Por eso, el Gobierno Nacional busca, que con tiempo suficiente, se inicie este debate en el Congreso de la República” expresó el ministro Juan Fernando Cristo.
¿Se logrará esta vez?