El Partido Alianza Verde parece no salir del laberinto que le ha representado la elección de su candidato presidencial. Pese a que la lista de aspirantes se redujo con la salida de Antonio Sanguino, la colectividad aún cuenta con cinco precandidatos y no sabe en qué coalición aterrizará para las elecciones de 2022.
Lo primero que se debe señalar es que producto de los recorridos regionales y posteriores encuestas de la 'Terna Verde' en la que participaron el senador Antonio Sanguino y el exgobernador Carlos Amaya, el partido redujo su baraja de precandidatos, ya que Amaya venció a Sanguino, quien ya anunció que buscará repetir curul en el Senado.
En ese sentido, ahora Amaya se tendrá que medir con el exgobernador de Nariño, Camilo Romero; la senadora Sandra Ortiz; y los senadores Jorge Londoño e Iván Marulanda, quienes siguen en la contienda por el aval de cara a los comicios del próximo año.
Sin embargo, el siguiente paso aún sigue en veremos, ya que a diferencia de otras colectividades, el Partido Verde aún no define el mecanismo de elección para definir candidatura única. A lo largo de varios meses se ha discutido al respecto sin llegar a un consenso entre las diferentes opciones que se han propuesto.
La discusión es particularmente complicada por los cambios de opinión de los miembros del partido, pues a comienzos de año sugerían algunas salidas y ahora otras, lo cual ha generado diversos choques como los de Camilo Romero y Angélica Lozano.
El partido no solo no ha decidido cómo elegir a su candidato presidencial, sino que sigue discutiendo en qué coalición terminará esa persona para la consulta de marzo de 2022.
Sobre la mesa hay tres opciones: unirse a la Coalición de la Esperanza, sumarse al Pacto Histórico o escindir el partido. Siendo los dos últimos caminos opciones drásticas en términos políticos.
Permanecer en la Coalición de la Esperanza y llevar un candidato a la consulta de marzo es la opción más sencilla. Sin embargo, algunos congresistas y precandidatos han expresado sus diferencias con esa alianza política en la que participa Sergio Fajardo, Juan Manuel Galán, Humberto de la Calle, Jorge Robledo y Juan Fernando Cristo.
Esos desencuentros conducen a la segunda alternativa, que es unirse al Pacto Histórico que lidera Gustavo Petro, esta opción ha sido defendida por algunos congresistas y aspirantes a la Presidencia como Inti Asprilla, León Fredy Muñoz y Camilo Romero, puesto que consideran que para sacar al uribismo del poder es necesaria la unión de todos los sectores alternativos.
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Por la división que han generado esos dos caminos tan distantes llega la tercera salida: la escisión del partido. Una figura consagrada en la ley para que algunas personas que no estén de acuerdo con el rumbo que se ha tomado dentro de un grupo político, puedan formar toldo a parte o irse a otro partido sin incurrir en doble militancia.
Eso sí, ante la crisis que se vive al interior del partido, congresistas como Katherine Miranda han sugerido que el camino más sensato es dejar en libertad de los militantes para apoyar el candidato a la Presidencia de su preferencia. Esta propuesta parece recibir el respaldo de importantes figuras como Juanita Goebertus, quien se ha sumado casi que de lleno a la campaña de Alejandro Gaviria.
Las bases verdes parecen perder la paciencia y ayer llegaron hasta la sede del partido para exigir que se defina cuanto antes la ruta para 2022. Con pancartas, pendones y arengas, los militantes de la colectividad pidieron decisión y unidad por el importante momento de la historia que atraviesa Colombia.
Teniendo en cuenta estos antecedentes, el siguiente paso es que se convoque a una Dirección Nacional para decidir tanto el mecanismo de elección del candidato o candidata presidencial y definir el rumbo del partido en cuanto a la coalición que más le convenga.