El 25 de febrero de 2025, el Congreso de la República de Colombia aprobó por unanimidad un proyecto de ley que ha marcado un hito en la lucha contra la crueldad animal en el país.
Esta ley, conocida como la Ley Ángel, busca fortalecer las sanciones y mejorar los procesos legales relacionados con el maltrato animal. Su nombre rinde homenaje a Ángel, un perro que sufrió una brutal agresión en Saboyá, Boyacá, hace cuatro años, y que, lamentablemente, falleció en febrero de 2025, justo cuando la ley estaba a punto de ser aprobada.
La historia detrás de esta ley
Ángel fue un perro que vivió una de las experiencias más crueles que se pueden imaginar. En octubre de 2021, un hombre identificado como Julián Roncancio desolló al animal en lo que se presume fue un acto de venganza contra sus primeros dueños. Aunque el 80% de su cuerpo resultó gravemente herido, Ángel sobrevivió durante cuatro años gracias a los esfuerzos de la Asociación de Protección Animal Mi Mejor Amigo. Sin embargo, el sufrimiento de Ángel no terminó allí, pues el agresor nunca fue condenado debido a la falta de pruebas contundentes. La impunidad en este caso reflejó una de las principales fallas del sistema judicial colombiano en lo que respecta a la protección de los animales.
El caso de Ángel conmovió a toda Colombia, pero también encendió el debate sobre la necesidad de un marco legal más estricto que garantice justicia para los animales. En este contexto, la senadora Andrea Padilla y el representante Juan Carlos Wills, entre otros, propusieron el proyecto que ahora lleva el nombre de Ley Ángel. El objetivo de esta ley es enderezar el rumbo de la justicia frente a los actos de crueldad hacia los animales, estableciendo medidas más severas y efectivas en el proceso judicial.
Principales características de la Ley Ángel
La Ley Ángel introduce varias modificaciones importantes que fortalecen la lucha contra el maltrato animal en Colombia. Entre las principales características de la normativa se incluyen:
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Endurecimiento de las Penas: La ley establece un aumento en las penas de prisión y las multas para los culpables de cometer actos de crueldad animal. De esta manera, se busca garantizar que los responsables enfrenten sanciones más severas y evitar la impunidad.
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Fortalecimiento de los Procesos Penales: La normativa busca agilizar los procedimientos legales y mejorar la respuesta judicial y policial ante casos de maltrato. Las autoridades ahora tendrán mayores capacidades de acción para rescatar animales víctimas de abuso y avanzar en el proceso sancionatorio.
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Acciones Preventivas: La ley también incluye medidas pedagógicas y de sensibilización dirigidas a la sociedad. Esto incluye la formación de jueces, fiscales y policías para asegurar que las leyes se apliquen correctamente y se genere un cambio cultural hacia el respeto por los animales.
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Complemento a la Ley 1764 de 2016: Esta ley complementa y actualiza la Ley 1764 de 2016, que ya trataba el maltrato animal, ampliando su alcance para sancionar con mayor eficacia los crímenes contra los animales, definidos por la Corte Constitucional como "seres sintientes".
Uno de los aspectos más significativos de esta ley es su componente de lucha contra la impunidad. Durante años, casos como el de Ángel mostraron las deficiencias del sistema judicial para condenar a quienes cometen atrocidades contra los animales. Aunque el caso de Ángel nunca obtuvo una resolución final debido a la falta de pruebas, la Ley Ángel está diseñada para evitar que este tipo de situaciones se repitan.
La senadora Andrea Padilla destacó la importancia de esta ley para combatir las "peores formas de violencia" contra los animales. Además, aseguró que la ley no solo busca aumentar las penas, sino también proporcionar herramientas más eficaces a las autoridades para que puedan actuar de manera más diligente.
La noticia de la aprobación de la Ley Ángel fue recibida con entusiasmo por activistas y organizaciones defensoras de los derechos de los animales. A través de sus redes sociales, la Asociación de Protección Animal Mi Mejor Amigo expresó su gratitud por el respaldo legislativo a la causa de los animales y rindió homenaje a Ángel, agradeciendo a los congresistas que apoyaron el proyecto.
La Ley Ángel es una victoria para los defensores de los derechos de los animales en Colombia, pero también representa un recordatorio de la importancia de continuar luchando contra la crueldad animal en todas sus formas. Aunque la ley ya ha sido aprobada, su implementación efectiva será clave para garantizar que aquellos que cometen actos de maltrato animal enfrenten las consecuencias de sus acciones.
Este avance legislativo refleja un cambio en la sociedad colombiana hacia una mayor sensibilidad y respeto por los seres sintientes, como lo ha definido la Corte Constitucional. La Ley Ángel no solo busca justicia para las víctimas como Ángel, sino que también tiene un profundo componente educativo y preventivo, lo que la convierte en una herramienta integral para el bienestar de los animales en Colombia.
