En el marco de la conmemoración del asesinato de Carlos Pizarro Leongómez, el máximo comandante de la desmovilizada guerrilla del M-19 y candidato presidencial por la Alianza Democrática 19 de Abril (AD/M-19), una de sus hijas, María del Mar Pizarro, afirmó que está dispuesta a ingresar a la política.
En diálogo con el periodista Hollman Morris, la hija que tuvo el dirigente político con Laura García, recordó a su padre y habló sobre los liderazgos femeninos en la política colombiana. En esa conversación dio detalles de su trayectoria profesional y de su interés en incursionar en la política con el Pacto Histórico.
"Creo que este es un momento en el que todos tenemos una responsabilidad muy grande y si yo puedo ayudar a fortalecer este Pacto Histórico con mi imagen y con el trabajo que he hecho definitivamente sí estoy dispuesta", dijo María del Mar sobre si está dispuesta a lanzarse al ruedo político.
Agregó que "se acabó el momento de hacernos a un lado, de la indiferencia y si yo puedo contribuir a que este país se acerque a un país con mayor equidad social y pues además uno donde se protejan nuestras selvas, nuestros ríos, el Amazonas, creo que llegó mi momento de dar mi trabajo y mis capacidades".
La hija de Pizarro señaló que acompaña el proyecto político del senador y precandidato presidencial Gustavo Petro porque considera que él representa muchas ideas que defendió su padre y actualmente su política económica sería la más adecuada para Colombia.
"Mucha gente cree que la propuesta de Gustavo Petro es comunista y lo que yo veo es que es una propuesta de capitalismo consciente muy importante, y de hecho si tú me preguntas por qué estoy con Pacto histórico y con Gustavo Petro es porque yo creo que la política económica del es la mejor política que podemos implementar en este país", detalló.
María del Mar Pizarro, es politóloga, curadora del arte y CEO de Biogar, una exitosa compañía que fundó con el objetivo de producir y comercializar elementos ecológicos para el aseo como desinfectantes, lavalozas y detergentes, cuya sede está ubicada en la capital del país.
Ganó el premio Mujeres Emprendedoras Endeavour (Mujeres que impactan), fue nominada como una de las 100 mejores gerentes generales por la revista Gerente y por Biogar fue una de las seis finalistas del concurso Emprender con Impacto, organizado por Mercado Libre, Mayma y Giral, el cual estuvo dirigido a empresas que le apostaran a la sostenibilidad de la mano del compromiso por medioambiente, el trabajo por la comunidad y el desarrollo económico.
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Es importante mencionar que Carlos Pizarro tuvo una hija con su compañera de militancia Myriam Rodríguez: María José Pizarro, quien en las elecciones legislativas de Colombia de 2018 obtuvo la cuarta mayor votación, 78 mil votos, siendo elegida a la Cámara de Representantes por la Lista de la Decencia. Con Laura García tuvo a María del Mar. Con Hélida Molina, Pizarro tuvo un hijo póstumo: Carlos Andrés Mendoza, quien tiene el apellido de su padre adoptivo.
El asesinato de Pizarro fue uno de varios homicidios cometidos contra importantes líderes políticos y sociales de la desmovilizada guerrilla del M-19 y de partidos de oposición, como la Unión Patriótica a finales de los años 80 y principios de los 90, en medio de una violencia que convulsionaba al país.
El 26 de abril de 1990 Pizarro tomó un vuelo a Barranquilla durante la campaña presidencial siendo acompañado por los escoltas proporcionados por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). El sicario paramilitar Gerardo Gutiérrez Uribe alias "Jerry" logró ingresar al mismo avión y en pleno vuelo sacó del baño una metralleta con la que disparó provocando heridas a Pizarro, quien murió horas después en la clínica Santa Rosa de la Caja Nacional de Previsión Social. El sicario fue asesinado por los escoltas.
El crimen de Pizarro ocurrió tan sólo treinta y cuatro días después del asesinato del también candidato a la presidencia por el partido Unión Patriótica y amigo personal Bernardo Jaramillo Ossa. Con el crimen de Pizarro se sumó a cuatro los líderes políticos asesinados en un lapso de tres a seis meses de diferencia en medio de la creciente violencia política vivida en aquella época, entre los que destacan José Antequera, Luis Carlos Galán Sarmiento, el propio Jaramillo y por último Carlos Pizarro.
