Este jueves 26 de noviembre se adelantó un debate de control político en el Senado al exfiscal Néstor Humberto Martínez por las supuestas irregularidades cometidas en la investigación, captura e incriminación del firmante de la paz Jesús Santrich.
El senador Gustavo Petro fue el encargado de presentar las pruebas que logró recaudar, y con base en esos documentos, calificó el operativo y la acusación de Jesús Santrich en 2018 como un “montaje” y "una mentira” para hacerle un entrampamiento al Acuerdo de Paz.
En abril de 2018, apenas poco más de un año de la firma del Acuerdo de Paz, la Fiscalía realizó un operativo en la que capturó al entonces firmante, ahora disidente, Seuxis Hernández Solarte, alias Jesús Santrich, por supuestamente negociar el envío de 10 toneladas de cocaína a los Estados Unidos.
Hace pocos días, el diario El Espectador, reveló 24.000 audios que no le fueron entregados a la Jurisdicción Especial para la Paz para determinar la competencia del caso, y en los que se intuye, aparentemente, que la droga fue dispuesta por la Fiscalía General de la Nación a cargo de Néstor Humberto Martínez y la DEA.
El senador Petro aseguró que la Fiscalía tenía una sala diamante desde la que se ordenaron interceptaciones a miembros de la mesa de negociaciones en La Habana, justificadas en la investigación del asesinato de un profesor en el Chocó, a manos del Clan del Golfo.
Así mismo, el senador de la Colombia Humana aseguró que fiscales y miembros del CTI, a cargo del fiscal Daniel Hernández Martínez, “que gozaba del respaldo del fiscal general”, realizaron chuzadas a investigados en los casos Odebrecht, Avianca y Hyundai en los que Martínes Neira, el entonces jefe de la Fiscalía, tenía conflictos de intereses.
Respecto al proceso de Santrich, el senador Petro aseguró que las interceptaciones con que cuenta la Fiscalía y con las que se incriminó al exjefe guerrillero, son de conversaciones de cuatro personajes que no fueron miembros las Farc y algunos ya eran colaboradores de la DEA.
Según el senador, quienes hablan son Marlon Marín, pieza clave del proceso y sobrio de Iván Márquez, a quien Petro describió como “vividor, rebuscador y un mentiroso”, quien no había formado parte de la insurgencia. También participan Gómez España, miembro del Cartel de Cali; Yunes Arboleda, empresario; quienes según el senador fueron presentados a un tribunal de Estados Unidos como miembros de las Farc, cuando no fueron nunca parte del grupo subversivo.
Según Petro, Marlon Marín sabía que quienes se hacían pasar por miembros del cartel de Sinaloa para comprar la droga eran en realidad miembros de la DEA y que su misión era lograr involucrar en una negociación de narcotráfico a Jesús Santrich y al también firmante Iván Márquez.
Sin embargo, como no logró en ningún momento pasar al teléfono a los dos exjefes guerrilleros, las autoridades judiciales decidieron iniciar una operación de entrega de droga controlada de cocaína.
En ese momento, la DEA, a través de los agentes encubiertos, presuntamente entregó 22 millones de pesos para adquirir cocaína. La primera negociación fue por 5 kilos para probar la calidad, según Petro porque esa es la cantidad mínima de la sustancia para poder solicitar una extradición a los Estados Unidos, pero excesiva para tratarse de una prueba de calidad.
“Después de probarla, los de Sinaloa comprarían 10 toneladas. Según las conversaciones el vicepresidente general Naranjo las guardaba, imagínese la conspiración que se está dando”, afirmó el senador. “Efectivamente se da una negociación controlada de la cocaína, pero no aparece ningún verdadero militante de las Farc, todo es un libreto que se entrega a una corte de Estados Unidos con varias mentiras probadas que constituye un delito”, aseguró Petro.
Según el senador de la Colombia Humana, las interceptaciones empezaron solo 15 días después de la firma del Acuerdo en el Teatro Colón en Bogotá. Se hicieron 1.500 grabaciones a Iván Márquez y en ellas no se evidencian indicios de narcotráfico o de la mencionada operación.
Incluso, el senador aseguró que Marlon Marín no tenía una buena relación con los ex miembros de las Farc, pues en uno de los audios Márquez, su tío, lo desautoriza para adelantar un supuesto proyecto productivo. El personaje fue investigado por intentar un entramado de corrupción con los proyectos de excombatientes.
Finalmente, la operación se efectuó y según se conoció en su momento, el 1 de noviembre de 2017, Santrich fue capturado en flagrancia en el hotel Grand Plaza en una reunión donde se habría efectuado la entrega de los cinco kilos de cocaína, en una reunión con Marlon Marín, el exjefe guerrillero y el agente encubierto de la DEA pasado como un narco del cartel de Sinaloa.
Petro cuestionó que a pesar de que la reunión se realizó en un hotel reconocido, con evidentes cámaras de seguridad en varios espacios, la única grabación que evidencia la reunión fue un video de una cámara secreta que llevaba uno de los agentes encubiertos.
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Además, como se demostró en la sesión, el video entregado públicamente estaba editado, tanto en secuencialidad, como en los audios recogidos, porque en ocasiones se evidencia que están hablando, pero se oye la voz del agente de la DEA.
La conclusión del senador es que la droga la entregó Gómez España, quien desde antes era colaborador de la DEA, al agente encubierto que se identifica como CW1, de manera amistosa, sin escándalo, y esa es la prueba fundamental con la que fue apresado Jesús Santrich.