Sofía Petro, la hija mayor del presidente Gustavo Petro y su tercera esposa Verónica Alcocer, ha vuelto a Colombia después de concluir sus estudios en París para comprometerse con los derechos humanos y la justicia social.
Tras haber completado su formación en Ciencias Políticas en el prestigioso Instituto de Ciencias Políticas de París, Sofía ha decidido retomar su labor en la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), dirigida por León Valencia.
A través de este proyecto, la joven activista se ha involucrado de lleno en la investigación de los crímenes cometidos durante el conflicto armado en Colombia, en especial en temas tan sensibles como las desapariciones forzadas en la Comuna 13 de Medellín, también conocida como "La Escombrera".
El regreso de Sofía Petro a Colombia ha sido esperado con gran atención, no solo por su relación con el presidente de la República, sino por su creciente participación en la vida política y social del país como lo ha hecho en varias ocasiones en sus redes sociales en donde ha prestado su voz sobre temas de género y paz.
Cabe destacar que durante su estancia en Francia, Sofía Petro mostró su habilidad para comunicarse y debatir temas complejos. No es de extrañar, entonces, que su primer empleo en Colombia esté vinculado a la Fundación Pares, un centro de investigación que promueve la paz y la reconciliación en un país marcado por la violencia. La fundación trabaja en la denuncia de violaciones de derechos humanos y en la promoción de políticas públicas que contribuyan a la construcción de un futuro más justo para Colombia.
Un trabajo que no pasa desapercibido
Uno de los principales focos de trabajo de Sofía Petro ha sido la investigación sobre "La Escombrera", un sitio emblemático de la Comuna 13 de Medellín, que ha sido escenario de diversas desapariciones forzadas durante los años del conflicto armado. En su labor, Sofía se involucrará activamente en la creación de proyectos de visibilización de estos hechos, utilizando herramientas modernas como el video, para llevar al público una reflexión sobre la memoria histórica de Colombia.
El proyecto en el que Sofía ha estado trabajando se ha convertido en una pieza clave en los esfuerzos de la Fundación Pares para ofrecer una perspectiva crítica sobre los crímenes cometidos durante la guerra.
Su trabajo no se limita a la denuncia; también busca dar voz a las víctimas y ofrecer una plataforma para la reparación y la justicia. En su primer video, que fue lanzado recientemente, la hija del presidente expone las graves implicaciones de la desaparición forzada y cómo este episodio de la historia reciente de Colombia sigue siendo una herida abierta que necesita ser sanada.
Además de su labor en la Fundación Pares, Sofía Petro se ha sumado al ambicioso proyecto "Misión Aracata", una iniciativa en colaboración con la Fundación Gabo que busca desarrollar proyectos públicos y privados en el municipio de Aracataca, lugar natal de Gabriel García Márquez.
En este contexto, Sofía ha propuesto impulsar la celebración del centenario del nacimiento del Premio Nobel de Literatura, involucrando a las comunidades locales y promoviendo la creación de nuevas oportunidades en el ámbito cultural y educativo. Este proyecto tiene un gran potencial de impacto en una región que, históricamente, ha sido marginada de los beneficios del desarrollo y la modernización.
Su incursión en estos proyectos, lejos de ser una simple actividad laboral, parece ser una extensión de sus ideales y de su formación académica. Sofía Petro se perfila como una de las nuevas voces jóvenes que luchan por transformar a Colombia a través del conocimiento, la reflexión y la acción comprometida con los derechos humanos y la justicia.
