Tras haber ocupado el segundo lugar en las elecciones presidenciales y obtener un pase para la segunda vuelta electoral, el presidente y candidato Jair Bolsonaro dio algunas declaraciones a medios de comunicación, asegurando que los cambios que quieren los votantes no son precisamente una garantía para mejorar económica y socialmente, sino una especie de camino errado que podría conducir a mayores dificultades.
Dijo no desconocer la voluntad popular y el deseo general sobre algunas transformaciones, pero advirtió de los supuestos peligros que eso tendría.
“Entiendo que hay una voluntad de cambio, pero ciertos cambios pueden ser para peor”, señaló, añadiendo que “mi preocupación es que Brasil siga el camino de Argentina, Colombia, Venezuela y Nicaragua”.
El colofón de Bolsonaro fue todavía más tajante y no cedió en su postura: “los brasileños no ganarán nada y, por el contrario, tendrán mucho que perder”.
Bolsonaro irá a segunda vuelta con Lula da Silva
Para muchos fue sorpresivo el paso de Bolsonaro a la segunda vuelta, pues la campaña del expresidente da Silva venía tomando fuerza en las últimas semanas, lo que se reflejó en las encuestas.
El 30 de octubre los dos políticos volverán a medir fuerzas en el terreno electoral, lo que obliga a los dos aspirantes a replantear sus campañas, trazando alianzas con los candidatos derrotados y, quizá, haciendo concesiones para conseguir los votos de los indecisos. Esto quiere decir que parte del futuro de los brasileños está en manos de Simone Tebet y Ciro Gomes.
Luiz Inácio Lula da Silva, que fue presidente entre 2003 y 2010 y salió de prisión hace menos de tres años por corrupción, aunque quedó libre por fallos en el proceso, obtuvo el 48,43 % de los votos. Jair Bolsonaro, actual presidente de Brasil, se llevó el 43,2 %.
Entre otras cosas, los debates que se hagan de aquí al 28 de octubre podrían ser determinantes para definir los votos de quienes votaron por otras opciones electorales.
Aunque el grueso de las encuestas mostraban una distancia de doce puntos porcentuales entre Lula da Silva y Bolsonaro, expertos aseguran que tal diferencia se redujo gracias a algunos resultados económicos presentados por el actual gobierno. Bolsonaro, que tiene mayorías del Partido Liberal en el Congreso, aumentó el impacto de 'Auxilio Brasil', un programa de ayudas económicas para la población más vulnerable. Además, el crecimiento del PIB y la reducción de la inflación habrían motivado a parte del electorado a inclinarse por la continuidad.