Hoy se avanza un nuevo peldaño en el caso denominado como ‘Yidispolítica’, el exsecretario general y hombre de confianza de Álvaro Uribe Vélez, Bernardo Moreno. Esta persona fungió también como director del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE) y actualmente se encuentra condenado por las famosas chuzadas del DAS.
El juicio es por tráfico de influencias, un escándalo que tiene que ver con la entrega de puestos y altos mandos de entidades públicas a la excongresista Yidis Medina, quien a cambio entregó presuntamente votos para avalar la reelección del presidente Uribe en 2006. En el juicio, la Corte Suprema de Justicia interrogó a Bernardo Moreno.
Moreno ha negado tener relaciones con la entrega de puestos en favor de Uribe, contrario a las investigaciones y pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación. Incluso, ha señalado que quien definía este tipo de puestos era el mismo Álvaro Uribe Vélez, quien como presidente era quien hacía estos nombramientos aduciendo que eran amigos, recomendados o personas que conocía.
De esta forma, Moreno indicó que Álvaro Uribe era el único responsable de designar a los notarios y según su versión, las hojas de vida salían directamente de la oficina de despacho del entonces Presidente Uribe hacia las oficinas de Notariado y Registro. Moreno negó haber revisado hojas de vida, haber hecho entrevistas o tener relación alguna con nombramientos irregulares.
Según Moreno, era el expresidente Uribe quien le pedía nombrar notarios y también despedir al entonces superintendente de Notariado, Manuel Cuello Baute. En esa ocasión, Uribe le habría asegurado que recibió quejas por su trabajo y le ordenó a Moreno que le pidiera la renuncia.
Aseguró además que todo tipo de Ministros, generales y políticos de altos mandos desfilaban por su oficina llevando hojas de vida, pero asegura que nunca se impuso ninguna de manera irregular en algún cargo.
En cuanto a Yidis Medina, Moreno aseguró que sí la conoce y que estuvo reunido con ella en dos o tres ocasiones, en las que en ningún momento se habrían pedido puestos políticos, sino que se hablaba de proyectos e inversiones. Dichos encuentros no duraron más de 5 o 7 minutos.