El sexenio del izquierdista Andrés Manuel López Obrador acabó de iniciar este 1 de diciembre. Incertidumbre y esperanza son los dos contrastes que más llamaron la atención en este día de posesión. El momento más esperado en esta jornada pudo ser el discurso con el que el nuevo presidente de México daría el mensaje ad portas de su gobierno.
Las palabras, antecedidas por los protocolos como el traspaso de la banda presidencial por parte de su predecesor Enrique Peña Nieto, empezaron a salir de la boca de Obrador con el juramento de posesión. Momento que quedó grabado en las paredes del Congreso de la Unión, frente a los legisladores, invitados y el expresidente Peña Nieto, a quien se le vio incómodo.
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Sin embargo, las primeras palabras del jefe de Estado fueron para agradecer a Peña Nieto, según él, por no dejar intervenir a otros presidentes en las pasadas elecciones. "Hemos padecido ya ese atropello antidemocrático y valoramos el que el presidente en funciones respete la voluntad del pueblo, por eso muchas gracias, señor Peña Nieto", dijo López Obrador.
Neoliberalismo: modelo obsoleto para AMLO
Uno de los ataques que lanzó el nuevo mandatario de los Estado unidos Mexicanos, fue contra lo que según él, llevó a la economía de su país al declive, el neoliberalismo. Una corriente económica que tomó fuerza en diferentes países del mundo a finales del siglo XX. "No se trata de un asunto retórico o propagandístico que estos postulados se sustenten en la convicciones de que la crisis de México se dio por el fracaso del modelo neoliberal de los últimos 36 años", dijo López Obrador, quien agregó que este no dio buenos resultados en términos cuantitativos ya el país pasó de aumentar su economía entre 5% y 6% en las primeras décadas del siglo XX a crecer en un 2.5% anual generado brechas sociales "donde la concentración del dinero en pocas manos ha empobrecido el pueblo"."Antes del neoliberalismo producíamos mucho más y ahora compramos más de la mitad de lo que consumimos", aseguró el presidente.Con una transformación pacífica, Obrador prometió emprender un nuevo modelo económico para México, y para lograrlo afirmó que luchar contra la corrupción será el primer paso. "Ocupamos el lugar 135 entre 175 países evaluados en corrupción. Por eso insisto el distintivo del neoliberalimo es la corrupción, suena fuerte pero privatización en México ha sido sinónimo de corrupción, casi siempre ha existido este mal en nuestro país", dijo en medio de su discurso.
La cura para la corrupción
"No habría cárceles suficientes para los corruptos, y si los perseguimos meteríamos al país en una temática de fractura y violencia, y eso nos quitaría energía para emprender la renovación de la vida de México, la construcción de una nueva patria", dijo López Obrador al referirse que en su gobierno no habrá persecución pero sí leyes que cobijen la honestidad de lo público."Creo que en el terreno de la justicia se pueden castigar los errores del pasado pero evitar los delitos del porvenir", Obrador.En este punto, los opositores al nuevo gobierno interrumpieron el discurso y empezaron a contar los universitarios desaparecidos de Ayotzinapa. Frente a esto, el mandatario mantuvo la calma y respondió: "Hoy se constituye una comisión de la verdad para castigar los abuso de autoridad y atender el caso de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa". Otra de las leyes que anunció, fue la de convertir la corrupción en un delito grave, y enfatizó en que su gobierno será transparentes y llegó a afirmar: "Dejo en claro que si mis seres queridos cometen un delito deben ser juzgados como cualquier otro ciudadano, en cuanto a mi persona con una reforma quiero eliminar la impunidad y los fueros de los altos mandos, empezando por el presidente de la República, que este día podrá ser el presidente de la República juzgado como cualquier ciudadano por el delito que sea aún estando en funciones". También afirmó que el Estado dejará de ser el facilitador para el saqueo: "Mi gobierno representará a ricos y pobres, creyentes y libres pensadores y a todos las mexicanos. Habrá un autentico estado de derecho, tal como lo resume la frase de nuestros liberales del siglo XIX, al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie".