La reducción de la jornada laboral que propuso el ex presidente Álvaro Uribe no ha logrado sumar el apoyo, ni siquiera del gobierno nacional que hace parte de su partido. A pesar de esto el ex mandatario ha insistido en que el proyecto sea aprobado por el Congreso de la República.
Este martes 15 de diciembre, el expresidente Uribe publicó una columna en El Tiempo, en la que defendió su propuesta y aseguró: “Colombia requiere alto grado de consenso social así haya intensa contradicción política”.
El ex mandatario comparó la jornada laboral con otros países de la región, en la que expuso que solo Colombia y Perú mantienen un tiempo de trabajo de 48 horas semanales, mientras los demás países se ubican debajo de las 45 horas laborales y tienen acuerdos para jornadas más cortas.
Uribe sostuvo, contrario a las críticas de la propuesta, que la reducción de la jornada laboral aumenta la productividad de las empresas y los empleados. “Los estudios internacionales muestran mejor desempeño de la productividad en países que han reducido la jornada de trabajo”, escribió el expresidente.
Según sostuvo, las ciudades en Colombia tienen altos tiempos de transporte lo que disminuye los tiempos de descanso y relación familiar de los trabajadores. Así mismo, mayor tiempo fuera del trabajo, afirmó el expresidente, permitiría mayor control de las incapacidades y excusas médicas "excesivas".
Uribe aseguró que el proyecto busca mejorar la calidad del empleo, más no impulsar la generación de puestos de trabajo. Así mismo, que la gradualidad de la jornada, que contempla tres años según lo aprobado, reducirá el impacto económico en las empresas y los alivios de reactivación ayudarán a que no haya afectación de los sectores más golpeados por la crisis.
Así mismo, el expresidente señaló que la digitalización de trámites y empleos provocada por el aislamiento preventivo de la Covid-19, ha permitido en países como Estonia ahorrar tiempos de hasta dos semanas para las empresas y los ciudadanos.
Por último, el exmandatario aseguró que este proyecto permitirá aumentar la calidad del empleo para buscar “una economía fraterna sin odio de clases”, debido a que “la fractura social es la gran enemiga de la empresa privada, de la creación de empleo y de la estabilidad democrática”.
Pese a que el mandatario ha insistido en impulsar su iniciativa, el gobierno nacional, los gremios empresariales y hasta miembros del Centro Democrático, han calificado el proyecto de inconveniente.
El Ministerio de Hacienda se abstuvo de emitir concepto favorable respecto a la iniciativa, pues señaló que reduciría en dos días el tiempo laboral del primer trimestre del año, lo que podría disminuir hasta en 0.2 puntos porcentuales el PIB.
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El presidente Iván Duque también se distanció de la iniciativa y señaló que debe analizarse en otro momento, cuando la economía nacional y el mercado tengan mejores cifras de manejo.
“En las actuales circunstancias del mercado laboral es inconveniente subir los costos laborales para las empresas. Una medida de ese tipo debe analizarse en el contexto de una aproximación más amplia de la estructura de costos laborales y en un momento idóneo de acuerdo con la coyuntura del mercado”, aseguró el mandatario en entrevista con el diario La República.
El proyecto de reducción de la jornada laboral fue aprobado por el Senado de la República en segundo debate y deberá pasar a la Cámara de Representantes, donde se debatirá su aprobación o archivo.
