El Gobierno de México decidió no apoyar la declaración del Grupo de Lima firmada el viernes sobre Venezuela por el principio de no intervención, dijo en el encuentro el subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga, consigna la Cancillería.
"El Gobierno de México, en fiel seguimiento a sus principios constitucionales de política exterior, se abstendrá de emitir cualquier tipo de pronunciamiento respecto de la legitimidad del gobierno venezolano, la autodeterminación de los pueblos y la no intervención son principios constitucionales que México deberá seguir", afirmó Zúñiga en la reunión del Grupo de Lima, consigna un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
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Zúñiga concurrió a la reunión de cancilleres del grupo, efectuada en la capital peruana, en lugar del ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Añadió que "el fomento al diálogo entre las partes para encontrar una solución pacífica a la situación que vive Venezuela seguirá siendo prioridad de la política exterior de México, por ello, en esta ocasión México no acompañará el texto que ahora se discute".
Sin embargo, Zúñiga afirmó frente a los cancilleres que el Gobierno de México "reitera su preocupación por la dinámica que ha alterado la tranquilidad y la prosperidad del pueblo venezolano, así como la situación en torno al respeto de los derechos humanos que se vive".
En la declaración del viernes del Grupo de Lima, los 13 países firmantes indican que no reconocen la legitimidad del nuevo periodo presidencial de Nicolás Maduro en Venezuela. México fue el único país miembro del Grupo de Lima que no firmó la declaración.
Los gobiernos de Perú, Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay y Santa Lucía instaron a Maduro a no asumir la presidencia de Venezuela el 10 de enero y a transferir el Poder Ejecutivo a la Asamblea Nacional (parlamento unicameral de mayoría opositora) hasta que se realicen nuevas elecciones democráticas.
Los gobiernos resaltaron, además, su "profunda preocupación por el éxodo masivo de migrantes y solicitantes de refugio producto de la grave crisis política y humanitaria en ese país", indica la declaración.
Asimismo, los países firmantes anunciaron que reevaluarán sus relaciones diplomáticas con Venezuela, "en función del restablecimiento de la democracia y el orden constitucional en ese país".
Además, acordaron impedir la entrada a su territorio a los altos funcionarios del Gobierno venezolano así como establecer sanciones financieras a personas naturales y jurídicas vinculadas al Ejecutivo de ese país.
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