Hasta la Corte Constitucional llegó el caso de un estudiante en Barranquilla que se inscribió al SENA con el nombre que legalmente aparece registrado como mujer, pese a haberse cambiado de sexo y tener cuerpo de hombre. Había pedido al SENA que le dejaran usar el uniforme que corresponde a sus nuevos órganos reproductivos, sin embargo, la institución respondió que no lo permitiría hasta que cambiara de nombre.
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Indignado por lo sucedido, interpuso una tutela, argumentando que se le estaba vulnerando su derecho a la libre expresión y al libre desarrollo de la personalidad, la cual causó gran revuelo al tratarse del primer caso de este tipo en Colombia sobre el que se pronuncia la Corte, que le dio la razón al estudiante.
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El alto tribunal ordenó que debe respetarse su identidad sexual y permitirle utilizar el uniforme del género con el que se sienta más acorde. De esta manera, también se estableció que todas las instituciones educativas tienen la obligación de respetar la identidad sexual y el libre desarrollo de la personalidad de todos los estudiantes.
La sentencia, que se dio a conocer en la mañana de este lunes, afirma que se vulneraron los derechos del joven, pues no solo se le impidió usar el uniforme que va acorde a su personalidad, sino que no le trataron con dignidad, además de pedirle modificar su nombre real.
De esta manera, la Corte afirmó que existe una “necesidad de emitir una medida general dirigida a superar el déficit de protección de las manifestaciones de la identidad de género en el escenario de la educación superior ofrecida por el SENA– Regional Atlántico”. Según la entidad, se deben crear los mecanismos que hagan falta para proteger el derecho a la libre expresión en todos los ámbitos educativos.
También se ordenó que el SENA debe crear un plan que busque reforzar acciones de respeto hacia la comunidad LGBTI, esto con el fin de evitar escenarios de discriminación que pueda afectar negativamente la autoestima de los estudiantes. Para eso tienen un plazo de seis meses.
