Los talibanes anunciaron este martes una asmnitía general para todos los funcionarios del estado, a los cuales aconsejaron volver a trabajar normalmente, dos días después de haber tomado el poder en Afganistán.
Luego de su posesión en la capital de Kabul el pasado domingo, los talibanes han intentado demostrar gestos de tranquilidad a los ciudadanos. Un miembro de la comisión cultural de los talibanes, Enamullah Samangani, anunció este martes a través de la televisión estatal afgana “Se decretó una amnistía general para todos (…) por lo tanto deben retomar su vida cotidiana con total confianza”.
“El Emirato Islámico no quiere que las mujeres sean víctimas”, añadió Samangani. “La estructura del gobierno no está todavía del todo clara, pero según la experiencia, debería haber un liderazgo totalmente islámico y todas las partes deberían unirse”, explicó.
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La salida de las tropas de EEUU
El presidente Joe Biden se pronunció sobre la situación en Afganistán, luego de tomar la decisión de retirar todas las tropas estadounidenses del país asiático.
"Tuve que elegir entre respetar un acuerdo heredado del presidente Trump o seguir luchando contra los talibanes. ¿Pero cuántas vidas estadounidenses más deberíamos sacrificar? Les hemos dado a los afganos todas las herramientas para defenderse", dijo el mandatario estadounidense.
También, aseguró que seguirán asistiendo al pueblo afgano: "Nuestra asistencia nacional vital en Afganistán sigue siendo hoy lo que siempre ha sido: prevenir un ataque terrorista contra nuestro país".
"Continuaremos respaldando al pueblo de Afganistán. Conduciremos nuestra diplomacia, nuestra influencia internacional y la ayuda humanitaria", añadió.
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Temor de las mujeres afganas
Es la historia y el miedo de repetirla lo que desespera a los ciudadanos, pero la preocupación recae especialmente sobre las mujeres, pues para ellas el régimen talibán amenaza con destruir nuevamente vidas profesionales, activistas, lideres comunitarias y políticas. Esto se había recuperado luego de que en el 2001 se diera fin al denominado Emirato Islámico, con el que no podían estudiar ni trabajar, entre otras prohibiciones.
Los talibanes en ese entonces aplicaban una estricta interpretación religiosa, en la que las mujeres no podían tener ningún tipo de vida pública, por lo cual debían estar ocultas de los ojos de cualquiera que no fuese su marido o guardián varón. Las mujeres recuerdan que existían diferentes tipos de represión como mutilaciones, lapidaciones y azotes.
Según reporta The Conversation, después de la expulsión de los talibanes en el 2001, las mujeres habían decidido ser parte de la vida publica de Afganistán, como la política, medicina y derecho. Las mujeres representan más de una cuarta parte de los parlamentarios, incluso más de 150.000 mujeres fueron elegidas para cargos locales.
