El comité conjunto del Reino Unido y la Unión Europea (UE) creado en el tratado de divorcio y los acuerdos del pos-Brexit se reúne por primera vez este 9 de junio en un ambiente de constante fricción entre ambos ex socios.
Las dificultades se centran particularmente en la implementación del protocolo irlandés, la sección del macro acuerdo internacional que rige los requisitos aduaneros y de inspección de productos agrícolas y sanitarios que entran a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña.
"Se necesita pragmatismo y soluciones de sentido común para resolver las cuestiones que afrontamos", declaró David Frost, ministro británico del Brexit y principal negociador de los acuerdos, antes de abrir oficialmente la reunión en Londres.
Frost coordina con el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, el comité conjunto del Concejo de asociación y del Acuerdo de retirada, creado al completarse la transición del Brexit, el pasado enero.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefovic indicó que las acciones realizadas por Reino Unidos, son vistas como "una encrucijada en nuestra relación", por lo que declaró que "la UE actuaría "rápidamente, con firmeza y resolución" si Londres adoptaba decisiones unilaterales y demoraba la aplicación del protocolo irlandés.
Este panorama puede poner en riesgo los avances realizados por el primer ministro del Reino Unido de asegurar una salida ordenada del la Unión Europea.
Las perspectivas de progreso definitivo en este primer encuentro bilateral del pos-Brexit son mínimas y las discusiones aflorarán en la cumbre del G-7, que se celebra en Cornualles (sureste de Inglaterra) este fin de semana.
El primer ministro británico, Boris Johnson, presidirá el evento al que también asistirá su negociador del Brexit y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El presidente estadounidense, Joe Biden, podría mediar en la disputa y presionar para que ambas partes pacten un compromiso que proteja los acuerdos de paz y respete las distintivas identidades de la dividida sociedad norirlandesa. El mandatario demócrata presume de su herencia irlandesa y ha advertido de que vetaría un acuerdo comercial con Reino Unido si el Brexit crea inestabilidad en Irlanda del Norte.