Este sábado el gobierno de Malí confirmó la liberación de la monja colombiana Cecilia Narváez, quien había sido secuestrada en ese país africano por el grupo terrorista Al Qaeda el 7 de febrero de 2017, mientras realizaba una misión humanitaria.
“La presidencia de Malí saluda el coraje y la valentía de la monja. Esta liberación es el logro culminante de cuatro años y ocho meses de esfuerzos combinados de varios servicios de inteligencia”, detalló la presidencia de Malí.
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Por su parte, la vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez celebró la noticia a través de un comunicado en el que detalló los esfuerzos del gobierno y del expresidente Andrés Pastrana para la liberación de la religiosa.
“Me alegra inmensamente la noticia de la liberación en Malí de nuestra querida compatriota, la religiosa Gloria Cecilia Narváez, un objetivo que en el Gobierno Nacional nos habíamos trazado y por el que con el Presidente Duque veníamos trabajando desde hace muchos meses en múltiples conversaciones y solicitudes de ayuda internacional que él personalmente sostuvo con varios líderes en el África y en las que también nos ayudó el Expresidente Andrés Pastrana”.
Según declaraciones del pasado 23 de septiembre por parte de la hermana superior de la comunidad franciscanas de María Inmaculada, Aylem Yela Romo, la religiosa Cecilia Narvaéz, se encontraba con quebrantos de salud por información de algunas personas que estuvieron con ella durante su secuestro y las cuales pudieron escapar.
El secuestro de la monja Gloria Cecilia Narváez se presentó a 400 kilómetros de Bamako, la capital del país. Los sucesos ocurrieron alrededor de las 9:00 p.m, hora local, del pasado 7 de febrero de 2017, cuando la religiosa fue amenazada por cuatro hombres que, según los testigos, gritaron que eran yihadistas y la obligaron a subir a una ambulancia de la parroquia para la que trabaja.
Una fuente de seguridad del país afirmó que luego los secuestradores se dirigieron a Burkina Faso. Según declaró la madre Noemí, superiora de la congregación en Bogotá, en el momento del secuestro Sor Sofía logró encerrarse en una habitación, Sor Adelaide se refugió en el puesto de salud y cuando le preguntaron a Sor Clara cuánto dinero darían por ella, fue cuando Sor Gloria intercedió y exigió que la dejaran en paz.
A los atacantes les respondió que como misioneras no tenían dinero para rescates y los atacantes decidieron llevársela a ella. La religiosa Narvaéz nació en Pasto, Nariño, y lleva más de 40 años formando parte de la congregación de hermanas franciscanas.
Al momento de su secuestro, llevaba seis meses desempeñando un trabajo como misionera para educar a niños y mujeres musulmanas en situación vulnerable. Las autoridades desconocían el grupo que atacó a la población, pero cerca de tres meses después se conoció un video en el que apareció viva y el grupo extremista Al Qaeda aceptó su participación en el secuestro.