El general retirado David Petraeus, exdirector de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (2011-2012), advirtió en una entrevista con el canal de televisión NHK que Afganistán podría convertirse nuevamente en un semillero de terroristas.
A juicio de Petraeus, quien fue comandante de las fuerzas aliadas en Irak y Afganistán y jefe del Comando Central de EEUU antes de asumir la dirección de la CIA, las operaciones antiterroristas van a resultar "muy difíciles sin las importantes bases funcionales construidas en Afganistán". "Estoy preocupado", reconoció.
Para evitar que Afganistán vuelva a ser un semillero del terrorismo internacional, dijo el general, "todos los países han de trabajar juntos y defender políticas comunes en el ámbito de apoyo económico, intercambio de información, diplomacia y acción militar".
Petraeus señaló que la retirada de las tropas estadounidenses bajó la moral del ejército afgano.
"El número de muertos entre los soldados afganos en los últimos 20 años fue 27 veces mayor que entre los soldados estadounidenses. Luchan, pero cuando se dan cuenta de que no recibirán ayuda, no tiene sentido pelear para el ejército afgano", dijo.
El general apuntó que ningún militar estadounidense murió en combate en Afganistán durante el último año y medio, y opinó que EEUU podía haber mantenido entre 2.500 y 3.000 soldados en el país.
Lo cierto es, que la situación de Afganistán es especialmente preocupante en medio de la difícil situación social y política tras la toma de su capital, Kabul, por parte de grupos talibanes.
Sin embargo, de acuerdo con la ONU, la situación del país es mucho más grave, ya que se estaría viendo afectado por varios frentes: la crisis sanitaria por el coronavirus, la guerra, el hambre y la sequía que desde hace meses asola al país.
En la noche del domingo 15 de agosto las cosas empeoraron cuando se anunció que los talibanes estarían liberando a miles de terroristas yihadistas. A través de redes sociales se han divulgado numerosos videos que darían cuenta de la liberación de militantes de Al Qaeda y del Estado Islámico, ISIS (por sus siglas en inglés).
Asimismo, la población estaría descontrolada buscando medios para salir de la capital de Afganistán. Sin embargo, también se supo que se han suspendido todos los vuelos comerciales desde el aeropuerto de Kabul, mientras que varias personas han perdido la vida por culpa de las balas disparadas para contener a las multitudes.
De esta manera, concluye una avanzada del movimiento talibán, que entre el 6 y el 14 de agosto se hizo con el control de todas las capitales provinciales, y el 15 ingresó a Kabul, dos semanas antes de finalizar la retirada de Estados Unidos y sus aliados. Eso, tras dos décadas de presencia militar en Afganistán.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, se vio obligado a abandonar el país. Los talibanes afirmaron que aspiran a un "traspaso completo" del poder, y a la vez aseguraron que en los próximos días sostendrán negociaciones nacionales para formar "un gobierno transparente, inclusivo e islámico". Aún así, el panorama sigue siendo de completa incertidumbre política.