La pandemia no solo tendrá consecuencias en la salud de los afectados o en los familiares de las víctimas, el Covid-19 también dejará un saldo negativo en la economía. Lo que para nadie es un secreto es que América Latina será una de las zonas más afectadas: calculan que el número de desempleados puede llegar a las 11,5 millones de personas.
De acuerdo con una investigación realizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en conjunto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicada este 21 de mayo, la recesión, producto de una actividad económica paralizada, golpeará todos los países con excepción de Guyana, donde el petróleo podría ayudar a proteger a esta nación de la crisis.
Debido a esta crisis, más de 11,5 millones de trabajadores han perdido o perderán su empleo este año, según los cálculos realizados por la CEPAL y la OIT. Los 26,1 millones de desempleados contabilizados hasta finales de 2019 aumentarán a 37,7 millones para finales de 2020, en lo que sería una proyección conservadora, como la ha definido Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL y una de las que presentó el informe.
Las consecuencias de esto será un mayor aumento de las personas en situación de pobreza hasta alcanzar los 214 millones de personas, con un aumento de 30 millones solo este año.
La recuperación será "lenta por miles de razones, pero sobre todo porque vamos a tener que coexistir con este virus, obligando a las empresas a adoptar un cambio muy profundo", explicó Bárcena.
Por su parte, el director regional de la OIT, Vinicius Carvalho Pinheiro, señaló: "son números muy preocupantes, aterradores y son solo la punta del iceberg por la informalidad. Solo si conseguimos mantener el tejido social en hibernación, será más rápida la recuperación".
Otro de los problemas que agrava la situación en la región es el carácter informal de los empleos.
"El trabajo informal es la fuente de ingresos de muchos hogares de América Latina y el Caribe, donde la tasa media de informalidad es de aproximadamente un 54%, según estimaciones de la OIT. Muchos de estos trabajadores no tienen acceso a servicios de salud de calidad y, dadas las características de su trabajo, están más expuestos al contagio. Asimismo, sus ingresos son generalmente bajos, por lo que cuentan con una capacidad de ahorro limitada para hacer frente a períodos prolongados de inactividad", reza el informe.
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El golpe más duro lo verán los asalariados, pero también los trabajadores por cuenta propia.
"Entre las áreas que se verán gravemente afectadas se encuentran las relacionadas con el turismo (aerolíneas, alojamiento, restaurantes y hoteles), el comercio y la industria manufacturera, así como las actividades inmobiliarias y administrativas. Estos sectores son intensivos en mano de obra y algunos, como es el caso del comercio, concentran una elevada proporción de empleo informal", señalan la CEPAL y la OIT.