Hace unas horas, el New York Times dio a conocer su portada para el 24 de mayo, pasó de artículos, fotografías o gráficos impactantes que suelen aparecer de forma rectangular, para este domingo mostrar un lista larga y trágica de obituarios de las víctimas que ha dejado la pandemia del coronavirus en Estados Unidos.
“Las muertes en los Estados Unidos se acercan a las 100.000, una pérdida incalculable”, dice el título de la publicación que le ha dado la vuelta al mundo con su conmovedora tapa.
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Debido a que en los próximos días se espera alcanzar esta fatídica cifra, los editores del diario estadounidense pensaron en “cómo conmemorar este hito nefasto”, dice John Grippe del New York Times.
La editora asistente del departamento gráfico del Time, Simone Landon, deseaba representar la cifra a manera que expresara “tanto la vastedad como la variedad de las vidas perdidas”.
Las diferentes secciones del periódico han estado cubriendo todo lo relacionado con el COVID-19 por varios meses, pero Landon y su equipo se dieron cuenta de que “tanto entre nosotros como seguramente en el público en general, existe algo de fatiga frente a los datos”.
“Sabíamos que estábamos acercándonos a este hito”, dijo ella. “Sabíamos que tenía que haber alguna forma de lidiar con ese número”.
Mostrar 100.000 puntos o figuras “en realidad no dice mucho acerca de quiénes eran esas personas, de las vidas que vivieron, de lo que todo esto significa para nosotros como país”, continuó expresando la editora.
Entonces ella tuvo la idea de reunir obituarios y esquelas de los muertos por coronavirus publicados en periódicos de diversos tipos a lo largo del país norteamericano, seleccionando fragmentos que tuvieran un valor emotivo sobre ellos.
Alain Delaquérière, investigador de la publicación, hizo un recorrido por varias fuentes digitales de obituarios y esquelas en los que el COVID-19 era el causante de la muerte. Reunió una lista de alrededor de mil nombres que venían de cientos de periódicos.
Un equipo de diferentes secciones de la redacción, más tres estudiantes de periodismo, los leyeron y escogieron frases que destacaran cada particularidad:
“Alan Lund, 81, Washington, director de orquesta con ‘el oído más increíble’…”, “Theresa Elloie, 63, Nueva Orleans, reconocida por su negocio de ramilletes y broches detallados…”, “Florencio Almazo Morán, 65, Ciudad de Nueva York, ejército de un solo hombre…” o “Coby Adolph, 44, Chicago, emprendedor y aventurero…”.
Según Landon, de este proyecto salió un “rico tapiz”, ella afirma que no habría podido hacerlo sola. Clinton Cargill, editor asistente en la sección National, fue “copiloto de edición”. Otros personajes clave son: Matt Ruby, editor adjunto de diseño digital de noticias; Annie Daniel, ingeniera de software; y los editores gráficos Jonathan Huang, Richard Harris y Lazaro Gamio. Andrew Sondern, director de arte, se lleva el crédito por diseño de impresión.
Marc Lacey, editor de National, advirtió al director creativo jefe, Tom Bodkin, que la cifra estaba a punto de ser alcanzada. “Quería algo que la gente volteara a ver en cien años para comprender el número de pérdidas que estamos experimentando”.
Hubo dos ideas principales para la portada del New York Times, una cuadrícula con cientos de imágenes de quienes perdieron la vida o un concepto “todo tipográfico”, según Bodkin. “Queríamos invadir la página entera”, sin importar cuál de los dos modelos fuese utilizado.
El concepto tipográfico resaltaba más, ya que así “sería enormemente dramático”, explicó el creativo.
Este diseño hace referencia a los periódicos centenarios que tanto llaman la atención de Bodkin, vale recordar que The New York Times empezó a publicarse en 1851 y por mucho tiempo no hubo titulares de la forma en que existen ahora.