Las audiencias generales de los miércoles del papa Francisco, que se reanudaron en septiembre tras el confinamiento en Italia, volverán a ser transmitidas en directo por internet desde la Biblioteca del Palacio Pontificio y sin fieles, debido a que se produjo un caso de coronavirus en la que se celebró el pasado 21 de octubre, informó este jueves el Vaticano.
En un comunicado de la oficina de prensa del Vaticano se explica que la suspensión se produce "para evitar en el futuro, riesgos para la salud de los participantes". Las audiencias generales habían sido suspendidas el pasado 7 de marzo, cuando en Italia se decretaron las primeras medidas de confinamiento debido al inicio de pandemia por coronavirus.
Francisco siguió celebrando tanto las audiencias como el rezo del Ángelus dominical desde la Biblioteca del Palacio Pontificio, donde ahora volverán a celebrarse.
Ya el pasado miércoles durante la audiencia celebrada en el aula Pablo VI sólo se admitió a pocos fieles y el papa Francisco se disculpó por no poder saludarles debido a las medidas anticontagio.
Durante las audiencias pasadas, el papa Francisco tuvo en algunas ocasiones que pedir a las personas que no se aglomeraran durante los saludos y que permanecieran en sus asientos respetando las medidas de distanciamiento.
El papa Francisco siempre ha aparecido sin mascarillas en estas audiencias, así como sus colaboradores y los obispos presentes que le saludan tras el acto.
- Lea también: Tres muertos por ataque terrorista en Niza.
- Le puede interesar: Francia volverá a confinamiento por segunda ola de Covid-19.
- Además: Nueva ola de protestas en Estados Unidos tras muerte de afroamericano.
"En esta audiencia, como hicimos en audiencias anteriores, me quedaré aquí. Me encantaría bajar a saludar a todos, pero debemos mantener la distancia porque si nos agolpamos para saludarnos, esto va contra las normas y las precauciones que debemos tener frente a esta señora que se llama Covid y que tanto daño nos está haciendo", dijo el papa el pasado miércoles.
Además, el papa Francisco no saldrá del Vaticano para celebrar la misa de Difuntos el 2 de noviembre, como había hecho hasta ahora, y la oficiará en el campo santo Teutónico, en el interior de los muros vaticanos, de forma estrictamente privada y sin la participación de los fieles, ante el aumento de las infecciones en Italia.
Algo que se repetirá en los próximos eventos y también todo parece indicar que también durante la Navidad habrá celebraciones con un grupo muy reducido de fieles y se limitará sólo a pocos invitados.
Las embajadas ante el Vaticano ya han recibido una comunicación por parte de la Santa Sede con indicaciones de que este año no se podrán pedir entradas para asistir a las misas del periodo natalicio y que la misa del Gallo se celebrará de manera privada.
"Como el resto de celebraciones litúrgicas de los próximos meses, la misa se celebrará en la basílica de San Pedro, en el Altar de la Cátedra, con una participación muy limitada de fieles identificados según la métodos utilizados en los últimos meses, en cumplimiento de las medidas de protección previstas y sujetos a cambios debido a la situación sanitaria", explicó el Vaticano en una nota.
Por el momento, parece que el 25 de diciembre, sí se permitirá la entrada, aunque limitada, de los peregrinos en la plaza de San Pedro para el mensaje de Navidad y la bendición "Urbi et orbi" desde el balcón de la logia central de la basílica.
Durante el pasado Domingo de Resurrección, en pleno confinamiento total de Italia, el papa tuvo que pronunciarlo a solas en el interior de la basílica.