Sin importar la hora del día, los perros aman estar al aire libre, correr de lado a lado y perseguir su juguete preferido. En días soleados y en épocas de verano, los canes pueden estar en riesgo. El ardiente suelo de concreto puede llegar a ser fatal.
A pesar de que sus patas son lo suficientemente resistentes para caminar y mantener el equilibrio en los diferentes terrenos, muchas personas no se dan cuenta que durante el verano las superficies metálicas y de asfalto se sobrecalientan a tal punto de quemar las almohadillas de las mascotas.
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Pero, ¿cómo se puede medir la temperatura para no lastimar a su mascota? Existe un principio bautizado como "la regla de los cinco segundos". Se basa en colocar el revés de la palma en el asfalto por este tiempo. Si no puede aguantar la temperatura, su mascota tampoco.
La Asociación Americana de Medicina Veterinaria establece un rango de confort en la temperatura ambiente para estos animales de 15.5°C a 25.5°C. Además, según explica el Magister en Etología Clínica y Veterinaria, Camilo González, a medida que el cachorro crece y da sus primeros pasos, desarrolla callos en las almohadillas. Este funciona como calzado protector.
Entre más tire el perro de la correa, más probabilidades hay de que se lastime las almohadillas.El experto asegura que el cuidado que se debe tener con esta parte de las patas es fundamental: "Se debe evitar caminar por piedras puntudas, tipos de cemento vidrioso".