Los padres de familia serán los que tomen la decisión de salir a las calles con sus niños, niñas y adolescentes, entre las edades de 6 a 17 años para hacer actividades recreodeportivas a partir de este 11 de mayo.
Estas salidas al espacio público se podrá desarrollar tres (3) veces a la semana, media hora al día, de acuerdo con las medidas, instrucciones y horarios que fijen los alcaldes en sus respectivas jurisdicciones territoriales.
Las niñas, niños y adolescentes deben estar acompañados por un adulto entre 18 y 59 años, quien no debe tener enfermedades que puedan generar mayor riesgo de enfermedad grave por Covid-19.
En la decisión, que se toma con el fin de proteger a la infancia y adolescencia del impacto en su salud mental por la acentuación de síntomas relacionados con depresión o ansiedad, que se pueden presentar por el Aislamiento Preventivo Obligatorio ante la crisis sanitaria por COVID-19, debe prevalecer la protección de los grupos más vulnerables, la valoración de las habilidades y capacidades de las niñas, niños, adolescentes, familias y cuidadores, involucradas en su autocuidado, cuidado de los otros y el cumplimiento de las medidas de protección e higiene personal que demanda la exposición al espacio público frente a esta situación sanitaria.
Es importante que las familias puedan conversar sobre esta medida con sus niñas, niños y adolescentes y tomar la mejor decisión para promover y mantener la salud de todo el núcleo familiar, teniendo en cuenta que se deben cumplir todas las recomendaciones sanitarias de prevención.
¿Qué se debe hacer y que no se debe hacer?
- Siempre deben usar mascarilla o tapabocas cubriendo boca y nariz (no usar guantes) y mantener un distanciamiento social de dos metros de otras personas.
- Cabe mencionar que está prohibido el uso de elementos de recreación como balones, bicicletas, patinetas, entre otros, así como la utilización de atracciones en parques, espacios deportivos como canchas y gimnasios al aire libre.
- Deben estar acompañados por un adulto entre 18 y 59 años, quien no debe tener enfermedades que puedan generar mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19.