Tu forma de vida tiene que ver con la forma en que te proyectas a los demás. Las vibraciones (la energía) que emana de ti son tu proyección. Estas vibraciones no se ven, pero se sienten. Por eso, nos sentimos muy a gusto conversando, trabajando o conviviendo con ciertas personas y con otras nos sucede totalmente lo opuesto. En el primer caso existe afinidad; en el segundo, rechazo.
Este fenómeno tiene con ver con las vibraciones de cada persona. Para que exista compatibilidad tiene que haber una persona con vibración activa o Yang y otra pasiva o Yin. Si se encuentran dos del mismo tipo se rechazan, pero, si tú eres Yan y conoces a alguien del tipo Yin, lo más probable es que tengas una relación positiva.
Se piensa erróneamente que el hombre siempre tiene que ser Yang y la mujer Yin, pero en realidad, tanto uno como el otro pueden ser de cualquiera de los dos. Es por eso, que frecuentemente vemos en algunas parejas a la mujer desempeñándose como el factor activo y al hombre como el pasivo.
“Proyectándote” en la voz del Terapeuta y Coach de Vida Armando Martí© (una adaptación del libro Fluyendo con el cambio de Ernesto Nesh) para la sección Konciencia de KienyKe.com. Escúchalo, disfrútalo y compártelo:
Por otro lado, si eres una persona que vives engañando o robando o eres una persona agresiva que vive de la violencia o una persona corrupta que no tiene escrúpulos, esto lo proyectarás de alguna manera. O, por el contrario, si tu camino es el de la paz, el de la sinceridad, el de compasión, el de la armonía, esto también lo proyectarás.
Por eso se dice que un maestro puede enseñar sin palabras porque transmite con su proyección. Incluso, personas no conocedoras de las enseñanzas taoístas o zen pueden sentirse raras o con temor al lado de un maestro por sus fuertes vibraciones.
Cuando te entrenas en estas enseñanza para ir desarrollando tu proyección positiva, sentirás que cada vez iras haciendo menos esfuerzo y por lo mismo te sentirás con más energía. Luego, en tu desarrollo te llegas a convertir en un transmisor de esa energía positiva. Sólo el hecho de estar entre un grupo de personas relajado, permitirá que tu proyección influya positivamente a los demás.
Por: Armando Martí