
El 25 de enero de 1999 el cielo estaba despejado y pintaba como un día cualquiera en el Quindío, así lo recuerdan varias personas que jamás se iban a imaginar que a la 1:19 de la tarde la tierra estremecería a Armenia y gran parte del Eje Cafetero. Un brutal terremoto de 6.2 grados en la escala de Richter dejó un saldo trágico de 1.185 muertos, más de 8.000 heridos, unos 600 desaparecidos y un número superior a 14.000 viviendas destruidas.
La tierra del café estaba ante la peor tragedia natural de su historia, un suceso que quedó marcado para siempre en la memoria de Colombia, y el recuerdo de las víctimas quedaron en el corazón de aquellos que vivieron esos angustiantes momentos, que trazaron un antes y un después la historia de la región.
24 años después, Luisa López hace un recorrido por los dolorosos recuerdos de aquel día, en el que apenas era una niña, y entregó su testimonio en los micrófonos de KienyKe.fm, relatando esos detalles de la tragedia de la cual sobrevivió y que la marcó para siempre.