Kaleth Morales está lejos de vivir en el limbo. No hay un antecedente de otro artista que haya conquistado tanto en tan corto tiempo, apenas con un solo álbum se convirtió en un fenómeno que aún retumba. Sus éxitos están lejos de pasar de moda.
Kaleth Morales Troya nació en Valledupar un 9 de junio de 1984, es decir en este 2024, llegaría a sus 40 años, pero un 24 de agosto de 2005, a sus escasos 21 años, un trágico accidente de tránsito acabó con su vida, pero nació su inalcanzable leyenda. Se inventó la manera de construir éxitos.
La hora de la verdad, es que hizo con el vallenato algo que jamás se había experimentado y únicamente los atrevidos, diferentes y genios, son capaces de trascender en la historia, algo que ni la propia muerte pudo impedir. Kaleth Morales siguen vigente.
“Era muy creativo y creyente de lo que nacía de su inspiración, Kaleth cambió la música vallenato, cuando salió Vivo en el limbo, fue una propuesta que mucha gente no aprobó, pero al final terminó gustando” dijo Pillao Rodríguez, artista de este género y amigo personal del Rey de la nueva ola.
En su momento puso todo de cabeza en el universo vallenato. Nadie lo veía venir, algunos compositores confesaron tiempo después del fallecimiento de Kaleth Morales, que debieron adaptar muchas de sus letras, pues era inatajable lo que ocurría con el arrasador momento de la joven revelación.
Kaleth reconoció que al principio no le gustaba el vallenato, que lo suyo era la salsa, pero a los 16 años comenzó a componer y se entusiasmó con la música que lo ubicó en un lugar para la historia de nuestro folclor. Nunca quedó de millón a cero.
Hasta para estudiar medicina le alcanzó el poco tiempo a Kaleth Morales, toda era vértigo, pues hasta dos hijos dejó. Manifestó que le gustaba más cantar, pero en la composición fue tan original, creativo y disruptivo, que, en la actualidad, ninguno se asoma como su reemplazo. Jamás fue anónimo.
Es difícil decir todo de Kaleth en siete palabras. Aunque su presencia fue efímera, su impacto musical trascendió y me la juego toda en afirmar que este artista sería el número uno de todos los tiempos, si el destino en una carretera no se atraviesa.
Mis cinco sentidos están sintonizados con un argumento irrefutable: Kaleth Morales fue un innovador absoluto, prefirió lo distinto que continuar con lo de siempre, solo de esta manera se puede permanecer en el recuerdo.
Esa es la purita verdad, un joven que tal vez sin imaginárselo, se convirtió en un cazador de la inmortalidad en la música. Esto solo es factible cuando se atraviesa en la mente, alma y corazón, comportarse con atrevimiento.
Kaleth Morales fue un sorprendente prodigio. Su paso fugaz por la vida no fue obstáculo para entender que, entre nosotros, se encontraba un fuera de serie del vallenato. Un ausente que aún sigue brillando.