Shakira es mucho más que una artista, posee una condición a la cual jamás estará dispuesta a renunciar y lo que mejor la define: Ser madre, Milán y Sasha son la mejor versión de la cantante y ella es la mejor versión para sus hijos. A pesar del peso de las emociones que ha soportado en el último tiempo, antes que cualquier sentimiento adverso le arrebate la felicidad junto a sus pequeños, ella lo doblegará. Lo ha demostrado hasta con los pies descalzos.
Heroína inagotable, simboliza a la mujer latinoamericana como ninguna, de las que nunca se rinden, que jamás será opción descartar los sueños, aunque la tortura de las circunstancias pegue fuerte y el chantaje del destino intente tumbarla, la respuesta única, verdadera y total, es responder: Estoy aquí
Alguna canción de Shakira bastará para sanarnos. Es inevitable pensar que no sea así, imposible ser ciego sordomudo, aunque en ocasiones tengamos moscas en la casa, habrá una nueva oportunidad para un octavo día. Para no tener sentimientos en rojo, sino en amarillo. Su talento la catapultó a la cumbre, predestinada para el éxito. Ella persigue la música y la música la persigue a ella.
Kilómetros infinitos de felicidad nos ha brindado Shakira. Eres tú nuestro sol musical, la potencia de tu voz es el símbolo de varias generaciones, que nunca te dejarán, pues representas lo inquebrantable, demostrar que lo imposible se alcanza, que la disciplina es tu instrucción crucial, contigo descubrimos que sí se puede. Que nos quedes tú, con eso basta. Es la cantante más impresionante que ha tenido nuestro país.
Infinitas gracias totales. Para siempre tú música, estamos aquí contigo y mil años ni siquiera alcanzarán para que nazca otra igual. Y no es cuestión de admiración de seguidores, es asunto de fe, de creer que has logrado llegar a lo más alto, cuando al principio utilizaste los rechazos como impulso definitivo para conquistar el mundo. Una cantante irrepetible, con una voz que no parece de este planeta.
Realidad mágica es tu carrera. Un rayo de sol que jamás oscurece y cuando el cielo ve la lluvia caer, te conocemos tan bien, estamos seguros de que, ante la tormenta, respondes con implacable fortaleza. Perteneces a una raza indomable, de esas que irradian el bien, con una fuerza poética única. Una luz indestructible.
Antes, ahora y después, Shakira no será un recuerdo inventado. Es nuestra artista más importante de todos los tiempos y los que aún faltan por venir. Con ella no hay palabras dormidas, todo puede envejecer, pero su música prevalece y se renueva. Nadie lo pone en duda: Su melodía es para toda la vida, ídolo que infunde devoción. La colombiana que más quieren en todo el mundo.