Edubar Arango

Director del Periódico La Gaceta y de la Agencia Imperio Publicidad y Comunicaciones.
Experto en Marketing, imagen Política y corporativa y Relacionista Público.

¿Quién quebró al Hospital San Francisco de Asís de Quibdó?

Desde mi etapa de docente de Dibujo Técnico y Artístico en la Normal Superior de Quibdó, por allá en el 99, les hablaba a mis alumnos de la Perspectiva, como aquella manera de representar uno o varios objetos en una superficie plana, que da idea de la posición, volumen y situación que ocupan en el espacio con respecto al ojo del observador. En castizo, es aquella visión que tienes de las cosas desde tu punto de vista, pues mientras más lejos observas algo o alguien, mejor percibes su realidad.

Esto, para referirme a la grave crisis que enfrentan los trabajadores del Hospital San Francisco de Asís de Quibdó, único centro de Salud de segundo nivel del Chocó, que recibe a todos los pacientes del departamento, que esta semana ajustaron 5 meses sin recibir sueldo.

Pero no es la primera vez que quiebran este hospital, ya ha sufrido a causa de malas administraciones, varias liquidaciones, la última luego de que lo manejara Caprecom, dejándolo totalmente saqueado y tras varias intervenciones, el gobierno nacional toma la decisión de liquidarlo y es así, que se convierte en la Nueva E.S.E. San Francisco de Asís de Quibdó.

Pero no demoró en llegar la debacle, Carlos Palacios, uno de sus últimos gerentes y el más cuestionado, insiste en que no tiene ni idea de que pasó, le entregaron al San Francisco totalmente saneado y sin una sola deuda, pero en poco tiempo no pudo realizar los pagos ni a los médicos, ni a los especialistas, mucho menos al personal asistencial y ni a los terceros.

En el 2020, a la llegada de Jefferson Mena Sanchez, gobernador encargado del Chocó, tras el fallo de la Procuraduría que separó por tres meses al titular, Ariel Palacios Calderón de su cargo por supuestos líos con contratación del Covid, este toma la decisión de sugerir a la Súper Salud, una nueva intervención y es ahí cuando Fabio Aristizábal, el Superintendente, encarga a Camilo Eduardo Ramírez como su Agente Especial Interventor.

Supersalud cumple con alguna periodicidad con el envió de los recursos para cubrir las acreencias y hasta se ponen en algún momento al día con los pagos del personal médico, pero no hay freno para este taxímetro que corre con frenesí, y que no lo para nadie, a pesar de que gracias a los recursos entregados por el Ministerio de Salud y el Fondo de Salvamento y Garantías para el Sector Salud (Fonsaet), se logró cancelar todo el pasivo laboral del personal de planta y de las prestaciones de servicios correspondientes a los años 2019 y 2020.

Pero al no contar con flujo de caja ni ingresos sustanciales, este moribundo vuelve a caer en coma, pues hasta los visitadores de las farmacéuticas les cortan el chorro de suministro de medicamentos ya que la deuda hasta principio de 2021 sobrepasaba los 3 mil millones, y lo que el interventor podía arañar, eran pañitos de agua tibia a la herida que sangraba y sangraba sin poderla controlar.

Aristizábal corta el envió de recursos, empieza el conteo de meses adeudados, 1, 2 meses, les cortan los servicios públicos a enfermeras y asistenciales. 3er mes, las echan de sus viviendas en arriendo por no pago. 4° mes, no les vuelven a fiar en las tiendas de barrio. 5° mes, sus hijos deben regresar de las ciudades donde estudian porque ellos también sufren el coletazo y para completar esta situación Sui Generis: Los grupos delincuenciales comienzan a amenazarlas como denunciaron hace poco en medios nacionales.

Pero hay algo que no cuadra, las intervenciones se hacen para encontrar una solución, una salida a las crisis y sanear las deudas de los hospitales, ejemplo la del hospital San José de Maicao, en la Guajira, el San Andrés, de Chiriguaná, Cesar, pero en el caso del desahuciado, San Francisco de Quibdó no, la situación antes, empeoró.

Hasta el 10 de junio de 2022 se mantendrá la intervención forzosa, según la Supersalud. En este caso, se prorroga para que los hallazgos que representaban riesgos a la prestación de los servicios de salud se corrijan de forma permanente.

Cuando se tomó la medida administrativa, el Hospital San Francisco de Asís de Quibdó, tenía más de 800 consultas represadas, deudas con el personal médico especialista, procedimientos quirúrgicos pendientes, desabastecimiento de insumos y medicamentos a lo que se sumaba una deficiente planeación de presupuestos. Otro de los avances que destaca la Supersalud en el informe, es que el hospital aumentó la facturación promedio mensual pasando de $1.500 millones (inicios de 2020) a $3.426 millones (2021), superando la meta establecida que era de $3.200 millones, Eso suena fantástico para estar quebrado.

Sin embargo, la ESE Hospital San Francisco de Asís deberá efectuar un saneamiento total del saldo pendiente de pago y mantener su trabajo enfocado en la recuperación de cartera, indica la Supersalud.

Esta semana, se llegó a niveles vergonzantes en lo que tiene que ver con la dignidad de los que laboran en ese centro hospitalario. El interventor Ramírez, hoy con un pie en la cárcel por líos jurídicos, empezó a trasladar a los pacientes a otras clínicas y hospitales, ya que no se podía sostener la atención médica, llegando al punto de tener que pedirles a los familiares no solo que llevaran la ropa de cama, las comidas y por supuesto las medicinas de su enfermo. Todo esto mientras afuera del único hospital de segundo nivel del Chocó, el famélico personal médico y asistencial recibían, para algunos, la única comida del día de una olla comunitaria, gracias a personas de buen corazón, como un acto de beneficencia para estos héroes sin capa, abatidos por el hambre y las deudas.

La pregunta queda levitando en el ambiente como humo de cigarrillo: ¿Quién quebró al Hospital San Francisco de Asís de Quibdó?

Mientras que algunos mandatarios, a quienes ahora sí, les duele la suerte de este moribundo, hacen ingentes esfuerzos por salvarlo, yo sigo trayendo a mi memoria que a mis alumnos de dibujo les enseñaba que la perspectiva supone la contemplación del mundo desde un solo punto de vista, desde un ojo único que abarca todo el panorama.

El que lo entendió, lo entendió!

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