Mercedes Barcha es la verdadera protagonista en la vida de Gabriel García Márquez. El poder de su discreción hizo brillar a Gabo. El propio Nobel solía decir que ninguno de sus personajes se parecía a Mercedes, porque era ella misma, con su identidad propia de boticaria.
La mujer de cuello esbelto y ojos adormecidos, como la describió el propio García Márquez, siempre fue esquiva a las entrevistas. Cambió el protagonismo por su potente silencio ante la opinión. Y a lo mejor por esta razón, no se ha llevado los suficientes aplausos como se lo merece por siempre.
Cuando se habla de mujeres influyentes colombianas, rara vez La Gaba aparece mencionada. Y creo que llegó hora de involucrar a Mercedes Barcha, pues no solo se lo merece, sino que se ganó su espacio en la historia. Es la Nobel de Gabriel García Márquez, en realidad su premio mayor.
Cien años de soledad, la obra cumbre de Gabo, no habría sido posible sin una especie de coautora a la sombra como lo fue Mercedes Barcha, su paciencia, colaboración y mística, permitieron que una de las novelas más importantes de siempre, saliera directo a la editorial sudamericana de Argentina.
Gabo era el primero en dar el justiciero testimonio. “Dieciocho meses llevábamos batallando juntos para terminar el libro en que fundaba todas mis esperanzas” No hay la más remota posibilidad de dudar de la fuerza de Mercedes para que naciera Cien años de soledad.
La obra como se recordará, no se pudo enviar completa por falta de dinero, recuerda Gabo que un viernes enviaron la mitad y esperaron el fin de semana para empeñar el calentador del estudio y una batidora, con esto completaron para volver al correo el lunes y terminar de mandar la novela hasta Argentina.
En las escasas oportunidades que habló con algún periodista, Mercedes Barcha le contó a Héctor Feliciano que se había leído Cien años de soledad en tres oportunidades: “Es una maravilla, ese capítulo de la lluvia y la peste, es que es un torrente, uno pasa de capítulo y no se da cuenta”
En este mes que se celebra el Día de la Mujer y también el natalicio de Gabriel García Márquez, era oportuno un breve reconocimiento a una de las mujeres más importantes que ha parido nuestro país. La mujer que inmortalizó a Gabo.
Mercedes murió a los 87 años, la misma edad en la que partió Gabo. Ella esperó seis años, tres meses y veintinueve días, para coincidir con la misma edad para encontrarse de nuevo con García Márquez. La Gaba, una mujer irrepetible en Colombia