Con preocupación y acciones puntuales debemos tomar los adelantos que se han publicado acerca del Balance Mundial de las Naciones Unidas, “Global Stocktake”, dados a conocer por la ONU en los que se asegura que no se cumplirá el Acuerdo de París, y que nuestro planeta verá incrementada su temperatura, respecto a la época preindustrial, entre 2,1 y 2,8 °C.
El Global Stocktake, es resultado de un proceso de evaluación integral que analiza los avances mundiales frente a este acuerdo y los principales retos a superar en el corto, mediano y largo plazo.
Este es un balance que se incluyó al firmar este trascendental documento para responsabilizar a los países de los objetivos climáticos que ellos mismos se fijaron. Desde su concepción, también busca garantizar que las acciones en el anterior sentido se vuelvan más ambiciosas con el tiempo.
La publicación oficial del informe será el próximo 30 de noviembre, justo cuando arranca la cumbre anual del clima, la COP28, en Dubái, Emiratos Árabes Unidos. Una reunión que reúne a líderes mundiales para abordar los desafíos del cambio climático.
Sin embargo, el avance previo presentado revela que, con los planes actuales en esta materia, el planeta no logrará evitar un incremento catastrófico en su temperatura. Lo anterior supone grandes riesgos para los ecosistemas, la biodiversidad y las comunidades humanas. Como sabemos el aumento de las temperaturas se asocian directamente con eventos ambientales extremos.
Simon Stiell, secretario ejecutivo de la ONU para el cambio climático, aseguró que “El informe de hoy muestra que, en conjunto, los gobiernos están dando pasos pequeños para evitar la crisis climática. Y muestra por qué los gobiernos deben dar pasos audaces en la COP28 en Dubái, para ponerse en camino”.
No cabe duda de que los anuncios dados desde la ONU deben ser tomados en cuenta y obligan, tanto a los países como a las empresas y a las personas, a aumentar las medidas relativas al cambio climático, y a considerar otras.
Tenemos que darnos cuenta de que, a pesar de estar advertidos, los lideres mundiales no están haciendo la tarea. Las guerras, los intereses económicos y las acusaciones mutuas parecen ser más importantes que la búsqueda de la sostenibilidad, en un momento en que esta no da más espera.
La próxima COP 28 se torna entonces como trascendental en el futuro inmediato de la humanidad. El sultán Al Jaber, su presidente designado, ha dicho que “Debe ser un punto de inflexión histórico en esta década crítica para que las partes aprovechen el momento de la Revisión Global, para comprometerse a aumentar su ambición y unirse, actuar y lograr resultados que mantengan el objetivo de 1.5 grados Celsius al alcance, sin dejar a nadie atrás”.
Sin embargo, y a pesar de las palabras de Al Jaber, hay que tener en cuenta que muchos objetivos de emisiones netas cero, que implican no solo reducirlas, sino también compensar las residuales para lograr el objetivo, continúan siendo inciertos, posponiendo hacia el futuro acciones críticas que deben tener lugar ahora.
La realidad a la que nos enfrentamos día a día en materia climática, lo que en perspectiva sucederá en el futuro inmediato y lo que, según los análisis, estudios, predicciones y vaticinios, le tocará vivir a las generaciones venideras, no es bajo ningún escenario, deseable ni aceptable.
La COP 28 tiene la obligación de acabar con la inoperancia de los gobiernos y las organizaciones supranacionales para asumir y resolver el problema climático.
Y es que mientras que una parte del sector industrial y agrícola de los países más desarrollados realiza las primeras acciones para reconducir el proceso de su cadena productiva, esto no es suficiente, y además otros de sus sectores aún se aferran a un modelo basado en el uso y consumo de productos de ciclos cortos de vida.
También es preocupante que el grupo de países en vías de desarrollo, denominado BRICS, para referirse conjuntamente a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y con un peso muy importante en la población, la economía y los recursos, continúa en la senda de un modelo de desarrollo cuya fecha de vencimiento ya caducó.
Nos enfrentamos a un conjunto de problemas complejos debido a la intervención del ser humano, al uso inadecuado de los recursos naturales del planeta o a intereses de carácter económico o político. Igualmente, debemos considerar otros fenómenos de carácter etnográficos, etnológicos, antropológicos y culturales, que posibilitan comportamientos muy diferentes, pero con un denominador común: alcanzar el mayor grado de bienestar y confort para el ser humano.
Esperemos que, de una vez por todas, y con los resultados del Global Stocktake, los líderes de la comunidad internacional reaccionen en la COP 28, y por primera vez, asuman su responsabilidad frente al cataclismo natural del cual ya somos testigos, y que para afrontarlo no se requiere de más discursos sino de acciones concretas.
También es preocupante que el grupo de países en vías de desarrollo, denominado BRICS, para referirse conjuntamente a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y con un peso muy importante en la población, la economía y los recursos, continúa en la senda de un modelo de desarrollo cuya fecha de vencimiento ya caducó.
Nos enfrentamos a un conjunto de problemas complejos debido a la intervención del ser humano, al uso inadecuado de los recursos naturales del planeta o a intereses de carácter económico o político. Igualmente, debemos considerar otros fenómenos de carácter etnográficos, etnológicos, antropológicos y culturales, que posibilitan comportamientos muy diferentes, pero con un denominador común: alcanzar el mayor grado de bienestar y confort para el ser humano.
Esperemos que, de una vez por todas, y con los resultados del Global Stocktake, los líderes de la comunidad internacional reaccionen en la COP 28, y por primera vez, asuman su responsabilidad frente al cataclismo natural del cual ya somos testigos, y que para afrontarlo no se requiere de más discursos sino de acciones concretas.