Pep Guardiola es mucho más que un entrenador de fútbol. Su método de trabajo para conseguir títulos en los equipos que ha dirigido, pueden aplicarse a cualquier empresa o marca personal. No hay duda que funciona de manera sincronizada.
Sus estrategias apuntan a un blanco específico, que las personas bajo su influencia, se mantengan en el más alto nivel de motivación y esto conlleva de forma irreversible a otro escenario imprescindible: que exista compromiso.
Son tres enfoques de los que dispone Pep Guardiola cuando se traza sus objetivos. Armar el guión, contexto logístico y el perfil gestor, desde estas premisas se consolida una serie de atributos adicionales para cada orientación estratégica. Los resultados ya los sabemos de sobra.
Pero hay algo que, aunque nos parezca común, es un asunto que se ha ido deteriorando en la actual sociedad: los valores. Para Pep Guardiola esto es fundamental, no es negociable y por el contrario, cada día que pasa los fortalece en su grupo de trabajo.
El respeto, humildad, sacrificio, esfuerzo, ambición, rigurosidad y excesivo profesionalismo, hacen parte del ADN del método Guardiola. Sin éstos atributos, es complicado salir adelante en cualquier escenario. Tomen nota y aplíquenlo.
Otra característica es no perder la curiosidad. Estar muy atento a los detalles, ser obsesivo con lo que en apariencia pasa desapercibido para la mayoría, podría hacer la diferencia entre triunfar o perder. Hace parte de la personalidad de este líder nato.
Muy pocas veces advertimos que Pep Guardiola se sale de casillas. Conserva la calma en un alto porcentaje, es otro ingrediente que podemos sumar a su extensa caja de herramientas para lograr el éxito. La tranquilidad se transforma en seguridad, convencimiento y decisión.
Hay algo que los sorprenderá. Pep Guardiola es un hombre que se encuentra en constante duda, pero esto se ubica muy lejos de ser un defecto, todo lo contrario, las dudas generan preguntas que desembocan en respuestas para acertar.
También es célebre por sus frases incontrovertibles, por ejemplo, esta: “No hay nada más peligroso que no arriesgarse”.