Con el balón en los pies es único. Y como no serlo, si desde los cuatro años la pelota lo buscó a él. La redonda lo supo desde el principio, Lionel Messi nació para el fútbol y el fútbol para Lionel. Fue amor a primera vista, un romance eterno.
El fútbol es Messi. Al hablar de este deporte, hay que unir pasado y futuro y siempre encontraremos que la figura del jugador nacido en Rosario, Argentina, nos permite asegurar que con este fuera de serie, todo empezó. Messi es el fútbol.
Messi nunca esconde el fútbol. Lo expone en la cancha con alegría, magia y genialidad, es imposible ser aficionado al balompié sin admirar a Lionel, pues se encuentra encima del mundo, incluso algunos lo ubican como fuera de este planeta. A veces pienso que no exageran.
Son unos dones que jamás caducan. Tengan la plena garantía que el futuro recordará a Lionel Messi, aunque pasen los siglos, pues con los años las leyendas se hacen mas duraderas. Nadie destrona a los que algo inventaron.
Vive el fútbol, el fútbol no lo vive a Lionel. Y nunca es suficiente para el crack argentino, aunque lo ha ganado todo, no se asoma nunca el rostro de la zona de confort. Los diferentes están hechos de un material que se resiste a la mediocridad de no seguir intentándolo.
Desde sus inicios siempre el balón giró en torno a su mundo. La constancia lo acompañó desde muy chico y en todos los partidos del barrio quería jugar. Hasta pudo superar las adversidades de salud, cuando a los 11 años le detectaron una alteración en las hormonas de crecimiento y por la baja estatura, le apodaron la pulga. Ese partido también lo ganó.
Fueron dos años aplicándose inyecciones todas las noches, para poder contrarrestar el ataque de una enfermedad que ponía en riesgo la carrera de la entonces promesa del fútbol. El propio Lionel Messi se ponía las ampollas.
El niño Lionel demostró ser un cazador de la inmortalidad futbolística. Cuando la mamá lo enviaba a la tienda a comprar cualquier cosa, debía ir con el balón debajo del brazo, de lo contrario no lo hacía y prefería hacer pataletas. Era irresponsable separarlo de la pelota.
La persistencia y atrevimiento lo llevaron a lo más alto. Las dimensiones de su ambición deportiva no tienen comparación. ¿Quieren seguir conociendo de fútbol? Entonces disfrutemos a Lionel Messi.