Juan Manuel Galán

Politólogo e Internacionalista, Magíster de Artes en Política Internacional de Instituto Politiques de Paris y Magíster de Ciencias en Relaciones Internacionales de Georgetown University. Es trilingüe, domina el español, francés e inglés. Candidato a la Presidencia de Colombia 2022 – 2026 por el Partido Nuevo Liberalismo. Senador de Colombia en tres periodos consecutivos (2006 – 2018).

Juan Manuel Galán

¿Dónde se perdió el timón del Valle del Cauca?

El afecto de los vallecaucanos no deja de sorprenderme. La mayor parte de sus  ciudadanos son personas nobles que saben expresar con asertividad sus opiniones,  ya sean contrarias o similares a las del interlocutor. Seguro que esta virtud es la clave  de la prosperidad de sus negocios y constituirá la piedra angular de la construcción  de una nueva forma de hacer política en el departamento, alejada del clientelismo, la  corrupción y la financiación ilegal de las campañas políticas. 

Se trata de una valoración que, por quedar el Valle del Cauca en una región  estratégica para los grupos al margen de la ley, debe manifestarse con ciertas  salvedades que no cambian la generalidad de la apreciación. 

Esta semana murió una niña de tres años que estaba aprendiendo a montar bicicleta  en el municipio de Pradera, al sur del departamento, en medio de un operativo policial  para capturar a un homicida. La desafortunada suerte de la menor suma su inocente  sangre a las numerosas muertes que se presentan en el departamento desde que la  intensidad de la violencia viene en aumento en esta región de Colombia. 

La mayor parte de las zonas en las que se concentra el activismo armado se ubican en las fronteras y, entre las principales, el pacífico reúne a Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño… estos son todos sus departamentos. Allí, las disidencias de las Farc  insisten en sembrar miedo por razones eminentemente económicas y estratégicas,  esto es, la producción de cocaína y el fortalecimiento de su posición en el marco de  las negociaciones de la paz total. 

Por esta razón, la fuerza pública ha reforzado la seguridad y los enfrentamientos con  este grupo al margen de la ley. Las disidencias, con cinismo, expresaron  recientemente: «Se disuelve el grupo de contingencia pactado entre el gobierno  nacional y las FARC-EP, cuya función era resolver las dificultades que se presentaran  previas a el cese al fuego. Motivo: incapacidad para parar la guerra». Los incapaces  fueron ellos, que la semana pasada atentaron con explosivos a la ciudadanía en  Jamundí (Valle del Cauca) y Timba (Cauca). 

¿Cómo podría entonces superarse la problemática? El secreto, bien guardado por el  olvido al que ha sido condenada, se encuentra en Buenaventura. 

La ciudad es el mejor espejo de Colombia. Rodeada por la riqueza que conforma su  nombre oficial (Distrito Especial, Industrial, Portuario, Biodiverso y Ecoturístico),  Buenaventura es el ejemplo de cómo nuestra idiosincrasia criolla nos ha impedido  desarrollarnos como país y convertirnos en potencia más allá de los discursos  trasnochados del presidente de la República. 

La compasiva caridad estatal (el subsidio y la subvención) son instrumentos a disposición de la administración pública para hacerse cargo de las necesidades que  la economía aún no satisface de forma general. Sin embargo, en un Estado  contemporáneo, resultan ser tan solo el primer nivel de intervención y no deben  emplearse como herramienta única o principal.

¿Cómo podremos explicarles a nuestros hijos que Buenaventura carece de una  facultad de ciencias del mar? ¿Cuándo nos comenzaremos a apenar porque el puerto  de Buenaventura no tenga maquinas propias de dragado o se vea en la obligación de  contratar técnicos panameños para su operación? Cuando encontremos la respuesta  a estos interrogantes, habremos tomado el rumbo del desarrollo. Pero antes hay que  encontrar el timón del barco, que anda refundido entre tanta palabrería. ¡Mucho ojo, caleños!

Creado Por
Juan Manuel Galán
Más KienyKe
Un grupo de campesinos llegó al Ministerio de Agricultura para movilizarse y exigir al Gobierno acciones claras frente al acuerdo de paz.
Prográmese para evitar embotellamientos en estas avenidas, así como los servicios de transporte público en Bogotá.
Margarita Rosa de Francisco no se quedó callada frente a una noticia relacionada al presidente Gustavo Petro.
El caso de hijo del inspector de la Policía ahora trae más detalles, pues se revelan varios chats entre él y una niña de 9 años.
Kien Opina