Orgullo tricolor
Soy colombiano orgulloso de la selección. Sensibilizo mi vida cuando se activa un nuevo proyecto con los ídolos nacionales como protagonistas.Cuantos episodios felices en el pasado, con emociones palpitantes, cuando rodó con éxito la pelota tricolor. Desde ahora, otro proyecto, nueva vida, con regeneradas esperanzas y expectativas que nos involucran a todos. Como el mío, es firme el amor del pueblo hacia el equipo. Es tiempo de expectativas y estudio, de margen de confianza y tolerancia a las convocatorias con presencias y ausencias, porque las fases experimentales, el conocimiento de los jugadores por parte del entrenador, los partidos amistosos, la compatibilidad entre bloques y líneas, es parte del proceso de Carlos Queiroz, buscando su modelo de juego, con el ojo puesto en la copa América, la inmediata competencia.
Goles y escándalos
Que lindo es el deporte… Que lindo es el fútbol. No podemos desplazar el elogio a los partidos bien jugados como el clásico en Medellín, el de Cali y otros duelos más con alardes técnicos y creatividad con golazos, inciertos hasta el último minuto y emociones ilimite, para darle cabida a las acusaciones por presunta amoralidad, con dichos y desmentidos, que son moda y morbo en el balompié nacional.
Lo contracultura del juego trae consigo acusaciones a destiempo, revanchismo,exposición ridícula en público, ante periodistas que se engolosinan con los escándalos. Cuanto de cierto… cuanto de falso. Las mejores gambetas no están ni en escritorios de dirigentes, ni en estrados judiciales.El fútbol se juega en las canchas donde los amos son los goles y no las demandas.
Hay tensión. No hay rumbo
Sin recursos futboleros esta Santa Fé, con sus refuerzos marcados, uno, Omar Perez el ídolo eterno, con sus rodillas averiadas, al margen, ante el inevitable viaje de retiro; el otro, Johan Arango, por sus parrandas, su falta de responsabilidad y poco compromiso con el club. Envejecida su nómina, además, sin incorporaciones de lujo. Se ve nervioso el joven estratega Gerardo Bedoya, explicando entre tartamudeos, en juego nervioso con su lengua, las razones de ser , de algo que no es. El peor Santa Fé de los últimos años que no pierde el apoyo de sus hinchas, pero transita dando saltos sin calidad, en un torneo que le es ajeno. Hay tensión, no hay rumbo. Tanta historia como respaldo, empañada por las malas decisiones.Una sacudida administrativa y deportiva es urgente para recomponer el camino.