Mi hija Palomita guardaba un motivo de inquietud que resumió en una sencilla pregunta formulada cuando me escuchó decir una de esas fuertes expresiones contra Santos a la que me he acostumbrado: ¿Qué tanto afecta la creatividad de un artista cuando este guarda rencores tan profundos?
Para responderle comencé a tratar de ver lo positivo y salió en mi defensa el recuerdo de las composiciones de Ligeti en las que con cada nota clavaba una daga en el corazón de Stalin pero también la expectativa del encuentro que tendríamos esa misma tarde con los doctores Gloria Patarroyo y Roberto Amador. Le propuse a mi niña que les planteara su pregunta ya que Amador es un prestigioso neurólogo muy interesado en las cuestiones referentes al cerebro y el arte.
Efectivamente, al final de la tarde y luego de una esplendida exposición de las funciones del cerebro por parte, desde luego, del Dr. Amador, Palomita planteó su inquietud. La respuesta corroboró, para mi decepción, lo que pensaba mi hija, la creación artística requiere de un “modo arte”, como existe en los celulares un “modo avión” para que no hayan interferencias externas.
¿Mi obra se ha visto afectada por las inmensas preocupaciones que he sentido durante este nefasto gobierno de Juan Manuel Santos?. La respuesta es evidente: claro que ha afectado. Lo que me interesaría saber es si esa afectación ha sido negativa o positiva en el desarrollo de mi trabajo artístico. Eso sólo lo dirá el tiempo.
Pero ¿qué pasa con todo un pueblo y su capacidad imaginativa y soñadora que lo anima a construir un mundo mejor en el que se pueda aspirar a un mejor desarrollo de la personalidad, para ser mejores personas y aliviar los sufrimientos propios del existir buscando un bienestar cada vez mayor? Esa es la pregunta fundamental que está en la raíz de la inquietud de Palomita.
Hemos pasado los últimos años viendo como la realidad ha venido perdiendo sus matices, en donde lo negro de la situación ha opacado los colores que iluminan las percepciones. De pronto una que otra obra maestra surgirá de situaciones como esa pero no está garantizado sin contar con excepcionales genios como Goya; lo que sí sabemos es que la capacidad creativa se ve seriamente afectada de manera negativa, llegando a extremos como los de Venezuela, un país de un furor y vitalidad cultural que quedó sepultado por obra de un gobernante de tan baja condición como el que tenemos en Colombia, que arrastró a todo un pueblo a profundidades en donde no se percibe color alguno y reina la negra oscuridad, donde no prosperan el arte, la ciencia, la cultura, ni nada de lo bueno que caracteriza al ser humano.
Gracias a mantenernos atados a un hilo que nos une a la fuente de la esperanza que ahora vemos de nuevo encendida con la perspectiva de unas elecciones que cambiarán un destino lleno de desastres por uno lleno de prosperidad, hemos sabido mantenernos a flote y lograremos recobrar el sentido profundo de la existencia que nos han querido arrebatar.
Me llena de entusiasmo que vayamos unidos a las elecciones y las ganemos. Espero que esa unión se mantenga durante los próximos años y, si Dios lo permite, durante las próximas décadas. Como lo dijo Iván Duque en su reciente exposición en España, necesitamos muchos años de crecimiento al 7% para lograr los niveles de desarrollo de cualquier país europeo y lo vamos a lograr. Lo importante es comenzar.
Qué buena pregunta
Mié, 24/01/2018 - 09:05
Mi hija Palomita guardaba un motivo de inquietud que resumió en una sencilla pregunta formulada cuando me escuchó decir una de esas fuertes expresiones contra Santos a la que me he acostumbrado: ¿Q