El exalcalde Gustavo Petro calcula que comprar la reserva Van der Hammen para sembrar árboles costaría igual que el metro de Bogotá. Fuentes del gobierno Peñalosa tienen otras cifras.
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Según los cálculos que hace el exalcalde de Bogotá Gustavo Petro en su cuenta de Twitter, comprar los terrenos donde se proyecta hacer la reserva Van der Hammen, para poder sembrar los árboles y convertirla en una verdadera reserva, podría costarle a la ciudad casi lo mismo que demandaría la construcción de la primera línea del metro: unos 14 billones de pesos.
Petro sugiere en un trino que un predio de 2.000 metros, como el que posee en la reserva el actual secretario de Planeación de Bogotá, Andrés Ortiz, puede valer unos 2.000 millones de pesos. Es decir, metro cuadrado por millón de pesos. Y como la reserva tiene unos 14 millones de metros cuadrados se tendrían que destinar unos 14 billones de pesos para comprar la totalidad de los terrenos que hoy hacen parte de este proyecto y que están en manos privadas.
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Siguiendo esa lógica, ¿hasta dónde estarían dispuestos los bogotanos a invertir 14 billones de pesos para sembrar árboles? ¿Estarían dispuestos a pagar un nuevo impuesto?
Fuentes del gobierno Peñalosa dicen que Petro, tan dado a exagerar, se equivoca. El predio de 2.000 metros cuadrados no vale ni valdrá, lo que él dice, porque el decreto con el que se creó la reserva en 2011 asegura que las casas que ya estaban allí, antes de que se decidiera que era reserva, en nada cambian su calor comercial.
De hecho, el lío jurídico que se avecinaría entre el Distrito y los propietarios de los predios de la Reserva Van der Hammen, luego de que fuera declarada de utilidad púbica por la pasada administración, sería de proporciones incalculables.
Incluso ya hubo un pronunciamiento del Consejo de Estado que negó en julio del año pasado una conciliación entre la CAR y el Acueducto, y que le permitía a esta última destinar 136.000 millones de pesos para la compra de los primeros terrenos para la recuperación y la protección de la reserva, debido a que la Procuraduría expuso varias dudas en torno a que no había claridad sobre cuál era el valor de los terrenos a adquirir.
Hasta ahora se han podido identificar unos 183 propietarios, entre los cuales figuran empresas de arquitectos, floricultores, constructores y decenas de personas naturales como el secretario de Planeación de Bogotá, que adquirió su casa hace 25 años, cuando aún no se había declarado el sector como reserva.
En este orden de ideas, el gobierno Peñalosa se mantiene en sus propósitos de construir en una porción de Van der Hammen, por considerar que no será tan caro como dice Petro, ni dañiño, como aseguran ambientalistas.
